Londres cierra al tráfico de vehículos privados el centro de la ciudad

A partir de hoy entrar en el centro de Londres –una zona de 21 kilómetros cuadrados– costará a los automovilistas 7,46 euros. 230 cámaras se encargarán de leer constantemente las matrículas de los coches para que el ordenador central del sistema verifique si ha pagado la tarifa que le permite circular por la zona.

La medida, propuesta por el alcalde Ken Livingstone, cuenta, como no podía ser de otra manera, con defensores y detractores. Entre los primeros, aquellos que confían en ver 20.000 coches menos por el centro de Londres, con lo que eso supone de disminución de ruidos y contaminación. Los que critican el peaje alegan enormes atascos en las entradas al perímetro central, una operación que realizan 150.000 coches cada día.

Se han dispuesto múltiples opciones para pagar la tarifa: por teléfono, por internet, enviando mensajes por teléfono móvil o abonándolo en algunos comercios. Los que no lo hagan serán multados con 120 euros. La medida es obligatoria para todos con algunas excepciones como las motos, los vehículos alternativos, de emergencia y, por supuesto, el transporte público. Los residentes tienen un descuento del 90%. Otras ciudades inglesas han tomado medidas similares que han permitido reducir extraordinariamente la presencia de coches en el centro.

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