El informe recoge las respuestas de 655 cuestionarios respondidos en 2011 y las aportaciones de tres expertos por cada Estado miembro, realizadas en 2012. “Es un informe único porque no se ha hecho esta clase de análisis antes, a pesar del hecho de que se desconoce totalmente la implementación de estas políticas.
Y debería ser crucial conocerlas. Porque muchos países pueden haber redactado legislación adecuada que luego se puede aplicar correctamente o no. Por eso hemos realizado el informe”, explica Jan Geiss, secretario general de Eufores y coordinador del proyecto Energy-Efficiency-Watch.
Una de las conclusiones del informe es que la voluntad política y la comprensión de los beneficios de la eficiencia energética son claves para el éxito. “Los expertos están preocupados porque la eficiencia no ha atraído la atención suficiente en el más alto nivel político”, piensa Christiane Egger, de O.Ö. Energiesparverband, responsable directa del informe. “En tiempos de crisis financiera, que en muchos países deriva en la reducción de programas de eficiencia, un reto clave es demostrar que la eficiencia no es una carga para las finanzas públicas sino justamente lo contrario: un modo de ahorrar dinero en la edificación pública y un factor de creación de empleo y de ingresos fiscales”.
El informe revela una enorme disparidad en las ambiciones de los Estados miembro. En algunos, el reconocimiento de los beneficios económicos, sociales, políticos y ambientales de la eficiencia energética conduce a una legislación ambiciosa y a la financiación de programas mientras que otros hacen el mínimo exigido por las directivas europeas. Y a veces ni eso.
El informe completo se puede descargar en:
http://www.energy-efficiency-watch.org