Todas las actuaciones que se acometerán -informa la Xunta- se acordaron tras realizar una auditoría energética en el complejo para determinar cuáles eran las medidas más adecuadas. Según el Ejecutivo regional, en concreto, se procederá al relevo de 1.125 ventanas; se actuará sobre las cubiertas, sustituyendo las tejas para mejorar la impermeabilización y el aislamiento; se restaurará y se mejorará la envolvente con limpieza de cantería, tratamiento de cornisas y la implantación de un sistema de aislamiento térmico por el exterior; así como también se sustituirá la iluminación por tecnología led [diodos emisores de luz], lo que supondrá más 3.744 luminarias nuevas, 314 nuevas lámparas y 657 sensores para el control de encendido. Además -añaden fuentes de la Xunta-, se mejorarará la climatización bajo cubierta del edificio central con la instalación de dos bombas de calor para la climatización y de un nuevo sistema de renovación de aire.
Un millón y medio de kilovatios hora menos
Según el Ejecutivo regional, "gracias a estas actuaciones, se conseguirán unos ahorros energéticos de alrededor de 1,5 millones de kilovatios hora cada año, lo que se traduce en un ahorro algo superior a los 96.000 euros y se evitará anualmente la emisión de 515 toneladas de dióxido de carbono". Con esta segunda fase de las obras -informa la Xunta-, el Gobierno de Galicia explica que quiere continuar "en la senda de mejora de eficiencia energética de este complejo, que comenzó en diciembre de 2016 con la puesta en servicio de una caldera de biomasa para satisfacer las necesidades de calefacción. A través de la utilización de este combustible, autóctono y respetuoso con el medio ambiente, es posible obtener ahorros aproximados de 70.000 euros anuales". Además de estas mejoras, la Xunta ya ha adjudicado el contrato para redactar el proyecto de la Ciudad de San Caetano, que supondrá la ampliación del complejo ocupando los terrenos de la actual estación de autobuses, que quedará en desuso cuando entre en funcionamiento la intermodal.