"Así se consigue un 100% de autoabastecimiento libre de la red, e incluso en algunas ocasiones se producen excedentes energéticos", según explica el equipo de impulsa el proyecto, que está integrado por la Universidad de Cantabria (UC), la empresa pública cántabra Gesvican y el Centro Tecnológico en Logística Integral de Cantabria.
La vivienda es fruto del proyecto europeo Energy Push, que ha sido financiado por el programa Interreg-Sudoe y que implica a tres países europeos (España, Francia y Portugal) y a diez entidades socias (universidades, entre ellas la de Cantabria, empresas y centros tecnológicos) con el objetivo común de demostrar que son viables y posibles sistemas de autoabastecimiento energético 100% sostenibles. Para ello -informa la Universidad de Cantabria-, y gracias a una financiación global de 2,5 millones de euros, se han puesto en marcha varias instalaciones piloto en las que probar diferentes estrategias. En el caso de la solución implementada por la UC en Novales, se trata de una instalación solar fotovoltaica acoplada a las tecnologías de hidrógeno. La Universidad de Cantabria ha desarrollado este proyecto piloto en colaboración con la empresa pública Gesvican y el CTL (Centro Tecnológico en Logística Integral de Cantabria), dependientes de las consejerías de Industria y Vivienda del Gobierno de Cantabria, además del Ayuntamiento de Alfoz de Lloredo.
Alfredo Ortiz, catedrático de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Cantabria e investigador principal del proyecto: "se trata de la primera vivienda en España que utiliza hidrógeno verde para el suministro eléctrico; no existen infraestructuras de este tipo (que acoplen sistemas híbridos de renovables con tecnologías de hidrógeno) y puede ser un punto de inflexión para lograr en el futuro un suministro eficiente y sostenible de las viviendas, donde el hidrógeno va a jugar un papel fundamental”
El Grupo de Procesos Avanzados de Separación del Departamento de Ingenierías Química y Biomolecular de la UC, que dirige Ortiz, se ha ocupado del diseño, integración, implementación, puesta en marcha y monitorización de la planta de Novales, logrando un suministro eléctrico ininterrumpido y 100% libre de emisiones, suponiendo un ahorro de casi 8.000 kilovatios hora al año de energía primaria, una tonelada de CO2 y más de 600 euros al año en la factura eléctrica.
El proyecto Energy Push concluye en diciembre, tras casi tres años de desarrollo, "con una instalación -informa la UC- completamente implementada y proporcionando a la familia beneficiaria de esta vivienda social un importante impacto económico”. Según Ortiz, al diseñar la planta se han tenido en cuenta tanto la localización geográfica de la vivienda y las condiciones meteorológicas del entorno, como los consumos de la vivienda a lo largo de los últimos años.
“Con todos esos datos -explica el catedrático- se ha optimizado el diseño de los diferentes equipos, minimizando los costes de la planta, que cuenta con todos los sistemas de seguridad” (tanto sensores como un sistema de control y monitorización de las botellas de hidrógeno) para que no haya ningún peligro “ni para la vivienda ni para los vecinos colindantes”. Asimismo, cuenta con los permisos urbanísticos del Ayuntamiento y con el certificado de instalaciones eléctricas de baja tensión que suministra la Consejería de Industria.
Según Ortiz, este tipo de proyectos generan un elevado interés y “más aún en la situación energética actual. Estamos recibiendo diferentes propuestas para escalar este proyecto y aplicarlo a edificios completos, e incluso implementarlo a nivel industrial".
Conclusiones del proyecto
A la jornada de presentación de la instalación piloto han asistido los consejeros Javier López Marcano (Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio) y José Luis Gochicoa (Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo) y otras autoridades, que han podido comprobar de primera mano cómo se ha integrado la este proyecto en un medio rural, además de entrevistarse con los inquilinos de la vivienda, quienes afirman “no notar ninguna diferencia con respecto al modo de suministro convencional de electricidad con el añadido del ahorro económico y ambiental que supone este proyecto”.
El próximo 1 de diciembre tendrá lugar en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y Telecomunicación la jornada de clausura del proyecto, donde se presentarán los principales resultados de esta iniciativa, que cuenta con otras dos experiencias piloto en Burdeos (Francia) y Vilanova de Gaia (Portugal). Energy Push tiene entre sus socios a la Agencia de Energía de Portugal, la Universidad de Oporto, la Agencia de Energía de la Gironda y Burdeos, la Agencia de Vivienda de Andalucía, el Centro Tecnológico del Medio Ambiente de Murcia, la Plataforma Tipee (La Rochelle), la empresa de construcción ecológica Carbone 64 (Aquitania) y numerosas Agencias de Vivienda Social del Sudoeste de Francia y Portugal.