La casa, que tendrá una superficie de 210 metros cuadrados, se autoabastecerá mediante energía solar fotovoltaica, sin necesidad de conectarse a la red pública de electricidad ni apoyarse en un generador diésel. Las obras comenzarán el próximo mes de diciembre y está previsto que finalicen en junio de 2016.
De cara a garantizar el suministro eléctrico ininterrumpido, la instalación dispondrá de un sistema de acumulación capaz de abastecer a la vivienda incluso en los días poco soleados. Asimismo estará dotado de tecnología inteligente para que sus habitantes puedan programar los mayores consumos de energía durante el día.
La vivienda dispondrá asimismo de otra fuente de energía renovable para climatización como es la aerotermia, que se utilizará también para calentar y enfriar el agua. Para refrigerar la vivienda se añadirá la tecnología de techo refrescante, con la intención de que pueda utilizarse en momentos puntuales del verano; mientras que en el invierno el calor provendrá de una batería de calentamiento en la impulsión de la ventilación. El propietario apuesta por la climatización invisible por razones estéticas y saludables.
El aprovechamiento de energía contenida en el aire se realizará mediante una bomba de calor que funcionará también con energía solar. La casa incorporará además ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperador de calor de alta eficiencia.
Proyecto pionero
Terravita afirma que este innovador proyecto sigue desde su fase de planificación as directrices marcadas por el estándar Passivhaus y cuyo objetivo es superar su listón más exigente: el certificado Passivhaus Premium. En la actualidad solo lo ha logrado una construcción en el mundo, un edificio de oficinas en la región alemana de Baviera.
El Passivhaus Premium es la categoría más alta que establece el Instituto Alemán Passivhaus de las tres que contempla el nuevo proceso de certificación de edificios según su estándar: Clásico, Plus y Premium. La etiqueta “Premium” distingue a las viviendas cuya demanda de refrigeración o calefacción (por debajo de 30 kwh/m2 por año) no llega a la mitad del certificado en su versión clásica. Además, garantiza que la propia vivienda se abastece con energía renovable, que es capaz de generar en una cantidad superior a los 120 Kwh/m2.