Endesa, el Instituto Tecnológico de Canarias y CEN Solutions han venido trabajando desde 2015 en este proyecto, cuyo objetivo era -informa el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC)- el desarrollo de "una microrred inteligente en la isla que favorezca la integración a gran escala de energía solar". Según el ITC, en el marco de este proyecto, los socios han probado varios sistemas con un mismo objetivo: "optimizar la operación de la red de distribución haciendo que distribuidora, comercializadora y consumidor tengan un comportamiento activo en la eficiencia del sistema y, con ello, avanzar en las soluciones de autoabastecimiento estable con energía limpia en la isla".
El ITC repasa los varios frentes en los que ha ahondado este proyecto
• El desarrollo de un sistema de almacenamiento híbrido, multiservicio, que compense flujos energéticos y tenga capacidad de respuesta dinámica (Smart Storage, para balancear consumo y generación solar en la isla).
• La gestión de la demanda agregada desarrollando sistemas de control autónomos y sistemas de interacción con el usuario/cliente (Smart Citizens, para aumentar los beneficios y autogestión de los usuarios).
• El control de la generación distribuida, al interconectar los sistemas de generación con el sistema de gestión energética global, el sistema de control que gobierna la microrred (uGRID Manager, para decidir qué necesitamos en cada momento).
Autoconsumo
Según el ITC, todos estos aspectos forman parte del núcleo del proyecto de microrred inteligente, y la integración de sistemas inteligentes de almacenamiento es una de las herramientas básicas "para gestionar el cambio de modelo actual al del autoabastecimiento con energías renovables", ya que posibilita distintos servicios a la red: compensación de reactiva; compensación entre producción y consumo; y regulación de tensión y frecuencia.
Durante el desarrollo del proyecto -explican desde ITC- han sido clave "los estudios de análisis de integración de energía fotovoltaica en distintos escenarios, el estudio de las condiciones climáticas y la dinámica de nubes en la isla, el desarrollo de un sistema de predicción a muy corto plazo de irradiancia/energía solar, para el que se diseñaron, fabricaron e instalaron dispositivos innovadores, los trabajos de previsión de los consumos de la red eléctrica, facilitando una gestión automatizada y la configuración de un sistema encargado de concentrar y recibir toda la información de los sistemas de la isla".
El Instituto Tecnológico de Canarias señala los "objetivos alcanzados"
• Se han detectado los límites de penetración de fotovoltaica en la isla (del 25% al 45%).
• Se ha preparado una normativa eléctrica para las microrredes con altos niveles de fotovoltaica, basado en la norma alemana.
• Se han elaborado recomendaciones para las ayudas a ofrecer para instalar renovables.
• Se ha desarrollado un sistema de monitorización de la red eléctrica de la isla con sistema remoto para su control desde Lanzarote.
El proyecto Graciosa, dotado con 2,4 millones de euros, consta de instalaciones fotovoltaicas, situadas en domicilios particulares y el centro educativo de la isla, y de una microrred eléctrica, en la que se han implementado diferentes tecnologías -comunicaciones PLC, automatismos de baja y media tensión, sistemas de monitorización y control en tiempo real, aplicaciones de eficiencia energética y gestión activa de la demanda, entre otras-, además de una batería de almacenamiento.
Este proyecto ha sido subvencionado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), apoyado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y cofinanciado por Fondos Estructurales de la Unión Europea (Feder), que han aportado un millón de euros a través del Programa Interconecta 2015.
La Graciosa tiene 746 habitantes, que viven sobre todo de la pesca y del turismo sostenible. Con 30 kilómetros de costa, 29,05 kilómetros cuadrados de superficie -y ni un solo metro cuadrado de asfalto-, está considerada la octava isla del archipiélago canario. La Graciosa está conectada a la red eléctrica de Lanzarote a través de un cable submarino de 1.300 metros desde 1985.
