En el Informe IPM Ecoinnovación y Rehabilitación a escala de ciudad, Javier García Breva subraya que el almacenamiento y las infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico en los edificios son los mercados con más desarrollo a nivel mundial y cambiarán el actual diseño de las ciudades. También enfatica que la alta eficiencia energética en la edificación y transporte conlleva importantes beneficos ligados a la creación de empleo y reducción de gastos sanitarios. De hecho, la Comisión Europea los cifra en 400.000 nuevos empleos y más de 8.200 millones de euros, respectivamente.
“Hemos llevado a cabo un exhaustivo análisis de los documentos aprobados por Bruselas en los últimos dos años, que constituyen una auténtica guía de lo que ha de entenderse por actuaciones innovadoras en la edificación y la rehabilitación. La definición de Ecoinnovación energética va unida a la medición del resultado ambiental antes y después de las actuaciones”, explica García Breva, experto en políticas energéticas y Presidente de N2E.
Desde el documento de buenas prácticas de autoconsumo, las directrices para los edificios de consumo de energía casi nulo (EECN), obligatorios a partir de enero de 2021 (2019 para los edificios públicos), la estrategia de calefacción y refrigeración y la revisión de las directivas que ha propuesto la Comisión Europea, García Breva asegura que “se puede concluir que Europa avanza hacia un modelo energético de gestión de la demanda que pretende facilitar al consumidor instrumentos que le permitan gestionar su propia energía”.
Revalorización del medio urbano
García Breva explica, asimismo, que las directrices de la Comisión Europea para las ayudas estatales sobre medio ambiente y energía relacionan claramente la ecoinnovación con la protección ambiental y la eficiencia energética, incluyendo las medidas destinadas al ahorro de energía y uso de energías renovables.
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La innovación, por tanto, es un valor añadido que convierte la eficiencia energética en un factor de competitividad y supone una alternativa de financiación más atractiva, para modificar la percepción negativa de los bancos hacia el ahorro de energía, basada en la revalorización del medio urbano y de los beneficios que aportará a la economía".
Igualmente, la innovación energética es la gestión de la demanda. Las propuestas de Bruselas exigen un cambio de la regulación eléctrica y de las normas de construcción actuales unido a un cambio del comportamiento de los consumidores en el uso de la energía. “No olvidemos que la innovación energética es también innovación social”, remarca el experto, que se muestra convencido de que, dentro de poco, los edificios menos eficientes tendrán difícil salida en el mercado.
En plena transformación
La edificación, nueva y rehabilitada, está experimentando una fuerte transformación provocada por los conceptos que incorpora el edificio de consumo de energía casi nulo (EECN), como es la arquitectura bioclimática, los nuevos materiales eficientes de construcción o la integración de tecnologías inteligentes (TIC) para la automatización y contabilización de consumos.
Como consecuencia, la alta eficiencia de los edificios se debe complementar con el autoconsumo y las energías renovables, subraya García Breva. En este sentido, dijo, Bruselas plantea la revisión de las normas de construcción y de las estrategias de rehabilitación para introducir estos cambios con nuevos conceptos como la calificación energética A++ y la energía primaria neta que resulta de restar a la energía primaria que necesita el edificio la parte que se cubre con renovables para determinar los valores para el EECN en las distintas zonas geográficas.
“El objetivo es conseguir que a partir de 2021, entre el 50% y el 100% de la energía primaria de los edificios se cubra con energías renovables”, remarcó.
Eficiencia energética: un valor económico, no solo ambiental
La revisión de las directivas que recoge el “paquete de invierno” sobre energía de la Comisión Europea propone incrementar el mercado de rehabilitación y del vehículo eléctrico a través de diferentes medidas.
En el caso de la rehabilitación de edificios, el objetivo es elevar al 2% la tasa anual (actualmente es del 1%) y triplicar la inversión hasta 120.000 M€ anuales.
Además, se extiende hasta 2030 la obligación de ahorro del 1,5% a las empresas que venden energía. La cuota de renovables en los sistemas de calefacción y refrigeración crecerá un 1% cada año. Y, finalmente, en todos los nuevos edificios, en los que se rehabiliten y en todos los aparcamientos serán obligatorios puntos de recarga para el vehículo eléctrico.
No obstante, según indica Garcia Breva, el principal cambio que proponen las nuevas directivas es la consideración de la eficiencia energética como un valor económico y no solo ambiental. Así, Bruselas reconoce los impactos del objetivo vinculante del 30% de eficiencia energética en la creación de 400.000 empleos, un ahorro de 70.000 M€ en combustibles fósiles, un 12% de ahorro en importaciones de gas, y 8.200 millones de euros en costes para la salud.
“En definitiva, Bruselas reconoce que la eficiencia energética va a ser determinante en el desarrollo de la economía europea, en la creación de empleo y en el abaratamiento de los costes de la energía. La innovación energética hará posible desconectar la calidad de vida del consumo de energía y cumplir así el compromiso de eliminar las emisiones contaminantes”, concluye el experto.