El Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) ha desarrollado tecnologías de eficiencia energética para mejorar el aprovechamiento de la energía mediante el desarrollo de soluciones digitales que promueven nuevos modelos de consumo y gestión energética dirigidos a la creación de entornos comunitarios con balance energético cero y positivo y climáticamente neutros. El proyecto Modecel abarca tres niveles de actuación: recubrimientos para mejorar el aislamiento térmico de la envolvente, nueva metodología basada en modelado digital orientada al diagnóstico y evaluación energética del edificio y diseño de soluciones digitalizadas para la gestión energética colectiva. Financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), cuenta con Aidimme como socio y en él han participado empresas como Auditesa, Inderen, Sapiens Energía, Grupo Enercoop, Grupo Gimeno, grupo GDES, servicios y aplicaciones Inel, Aeioluz, Eldacorcho y Suberlev.
Durante el proyecto, los investigadores se han concentrado en identificar qué medidas y actuaciones se pueden implementar para favorecer el uso eficiente de la energía teniendo en cuenta las características de la comunidad energética. Para ello, el equipo ha puesto el foco en dos desarrollos: por un lado, una metodología basada en simulación para el diagnóstico y evaluación energética de edificios y, por otro, una aplicación para smartphones que permita concienciar a usuarios residenciales sobre el uso que hacen de la energía con el fin último de promover cambios en su comportamiento que contribuyan a lograr los objetivos medioambientales y energéticos marcados por la comunidad.
Las soluciones planteadas permiten sistematizar el proceso de modelado energético de los elementos pasivos de edificios del entorno residencial y terciario mediante el uso de software accesible, aunando en una misma metodología la definición de características constructivas del edificio, la definición de cargas térmicas, el consumo energético asociado a equipos, sistemas de generación renovable y sistemas de almacenamiento energético, y todo ello considerando diferentes escenarios de uso. Asimismo, se posibilita la evaluación automatizada y de acuerdo con una metodología estandarizada del impacto de incluir modernizaciones, reformas o mejoras respecto al diseño base a través de procesos que se repiten una y otra vez hasta conseguir un diseño mejorado.