La pobreza energética es -según definición de ACA- la incapacidad que presentan aquellos que no pueden proveerse de una cantidad mínima de energía para mantener su vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para el mantenimiento de la salud. La semana de la lucha contra la pobreza energética es una propuesta de la Asociación de Ciencias Ambientales, que ha elegido estas fechas de febrero en conmemoración de la oleada de frío (del 17 al 22 de febrero de 1956) que padeció Europa en febrero de aquel año y que ACA califica de "el invierno más duro en Europa y España desde que se tienen registros". Según la Asociación, España registró aquel año su mínimo histórico (-32ºC) en Gento, en el Pirineo de Lleida.
Los números más fríos de la crisis
La Asociación explica que la Encuesta Europea de Ingresos y Condiciones de Vida de Eurostat (EU SILC) computó en 2012 la existencia de 54 millones de ciudadanos (más del 10% de la población total) que se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el invierno. Este promedio -continúa ACA- esconde sin embargo diferencias sustanciales entre Estados Miembros, con países como Bulgaria, en los que el porcentaje de población afectada supera el 40%, y otros -como Dinamarca, Suecia, Holanda, Austria o Finlandia-, en los que esta cifra está por debajo del 3%. Puertas adentro, y según el estudio “Pobreza Energética en España”, realizado por la propia Asociación de Ciencias Ambientales, este grave problema afectaba en 2012 al 10% de los hogares (unos cuatro millones de personas). Esa tasa, sin embargo, habría aumentado "significativamente", según los resultados preliminares de un nuevo estudio que ACA presentará en marzo de 2014.
La muerte silenciosa
La pobreza energética tiene consecuencias sobre la salud, sobre todo de poblaciones vulnerables como niños y personas de edad avanzada, según ACA. En ese sentido, la Asociación cita un estudio de la oficina regional para Europa de la OMS (Organización Mundial de la Salud), que "cifraba en 38.200 las muertes prematuras anuales asociadas a la pobreza energética en 11 países europeos, y estimaba que el 30% de las muertes adicionales que se producen en invierno (en comparación con el resto de los meses del año) se debe a la existencia de viviendas con temperaturas inadecuadas". En España, la Asociación de Ciencias Ambientales estima que la pobreza energética es responsable de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras al año, una cifra más elevada que la de víctimas mortales de accidentes de tráfico en carretera (1.128 personas en 2013).
Más de la mitad de las viviendas
Según la Asociación, hay tres factores clave que determinan la incidencia y evolución de las tasas de pobreza energética: los precios de la energía doméstica (que se han incrementado en un 70% en los últimos años), la eficiencia energética de los edificios (cerca del 60% de las viviendas españolas han sido levantadas "sin ninguna normativa mínima de eficiencia energética" -la primera es de 1979-, según datos oficiales) y la renta de las familias (que en España llevan cinco años perdiendo poder adquisitivo). Pues bien, según ACA, y si bien los precios de la energía y la renta de las familias son importantes para entender la evolución de las tasas de pobreza energética, la eficiencia energética de los edificios "es un factor estructural clave". Y es que aquellos hogares que ocupan viviendas con una menor eficiencia energética son más vulnerables a sufrir pobreza energética, por lo que la mejor solución para su erradicación a medio y largo plazo pasa por la rehabilitación energética de edificios, según ACA.
La clave está en la rehabilitación
Esta medida -explican desde la Asociación- ayudaría a cumplir otros objetivos, "como los de reducción de la dependencia energética y de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes; y serviría además como palanca para generar empleo, objetivo este de gran importancia en el contexto actual". De acuerdo con casos reales recopilados a través de una encuesta realizada a empresas y organismos del sector por la Asociación de Ciencias Ambientales en 2012, la rehabilitación energética de viviendas genera en España cerca de 17 puestos de trabajo directos a tiempo completo por año y millón de euros de 2010 invertido (ó 47 empleos anuales por cada 1.000 metros cuadrados rehabilitados). Por todo ello, la Asociación de Ciencias Ambientales "reclama a los Estados Miembros el diseño de medidas coordinadas de lucha contra este problema, recordándoles que la rehabilitación energética de edificios es la mejor medida a medio y largo plazo para eliminar la pobreza energética, luchar contra el cambio climático y reducir la dependencia energética de las economías de la UE". ACA también invita a la ciudadanía a unirse al debate a través de Twitter mediante el uso del hashtag #PobrezaEnergética
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