El proyecto -informa la Generalitat valenciana- lo está desarrollando Graphenglass en colaboración con dos equipos de la Universitat Jaime I (UJI) de Castellón: el grupo de investigación de Ingeniería de los Materiales y el departamento de Ingeniería de Sistemas Industriales y Diseño. Las propiedades técnicas del material permiten generar formas curvas y complejas, gracias al proceso de moldeo por plasmación que ha desarrollado Graphenglass.
Además, el material es capaz de permanecer inalterable en condiciones extremas y proporcionar protección solar pasiva a los inmuebles mejorando así su eficiencia energética. El grafeno compacto -informa el Gobierno valenciano- es ignífugo, superhidrófobo, con una elevada resistencia en intemperie y no permite la proliferación de bacterias. Además, se trata de un material 100% reciclable, que se ajusta a la normativa medioambiental vigente.
Acuerdo con la UJI
Graphenglass ha renovado recientemente su contrato de colaboración con esta institución académica para impulsar proyectos de investigación y desarrollo de nanotecnología del grafeno en sus distintas aplicaciones. Según el Gobierno valenciano, "por su singularidad e impacto en la cadena de valor de la construcción, Graphenglass ha obtenido 118.000 euros técnicos en la primera convocatoria de ayudas de la AVI, con los que podrá iniciar la fase de fabricación de este nuevo producto".
Las piezas modulares de grafeno compacto permiten formar celosías tanto para la decoración de ambientes como para crear una segunda piel en el exterior de los edificios a través de formas orgánicas y volumétricas. Pero, además de su funcionalidad estética, también proporcionan protección solar en la fachada de los inmuebles, aportando un nuevo recurso a la arquitectura para la mejora de la eficiencia energética y sostenibilidad de la construcción.