La Asociación de Empresas de Servicios Energéticos, Anese, explica que F-PI es un proyecto financiado por la Comisión Europea en el marco del programa Horizonte 2020 con el principal objetivo de fomentar el desarrollo de inversiones privadas en materia de eficiencia energética, movilidad sostenible y autoconsumo. A través de las actuaciones de este proyecto se espera movilizar una inversión total de 30 millones de euros en tres años, desde mayo de 2019 a abril de 2022.
Desde el consorcio de empresas que conforman F-PI plantean la siguiente pregunta: ¿Cómo conocer cuál es el producto/servicio financiero más adecuado para desarrollar mi proyecto de eficiencia energética?. La respuesta, señalan en Anese, es relativamente sencilla: Depende. "Depende una serie de restricciones, circunstancias, riesgos varios y otros factores a considerar", explican.
Preguntas a responder
Entre otras cuestiones, hay que tratar de dar respuesta a las siguientes preguntas para identificar la mejor fórmula de financiación para el proyecto, para el cliente y para el modelo de negocio:
¿Qué necesidades de financiación tenemos (importe del proyecto a financiar), y cómo se distribuyen en el tiempo?
¿Qué plazo de financiación buscamos?
¿Qué garantías estamos dispuestos y podemos ofrecer?
¿Queremos que la deuda figure en el pasivo del balance de nuestra empresa?
¿Buscamos que la deuda que quede fuera de nuestro balance financiero?
¿Cuál es la rentabilidad de nuestro proyecto, en términos de TIR de proyecto?
¿Estoy instalando una tecnología madura?
¿Tiene el instalador del proyecto experiencia en la tecnología utilizada?
¿La Empresa de Servicios Energéticos dispone de algún tipo de certificación específica?
¿Qué tipo de contrato energético van a suscribir las partes?
¿Es solvente el fabricante/proveedor de la tecnología?
¿En qué sector se desarrolla el proyecto, y qué tecnología utiliza?
¿Quién es el cliente final?
Otros elementos a tener en cuenta
Adicionalmente, es necesario realizar una fotografía actualizada de la propia compañía en términos de balance de situación, deudas, recursos propios, facturación, costes y flujos de caja y otros parámetros que usualmente son el driver principal a la hora de solicitar la financiación por parte de una entidad financiera, y ver cómo podrían evolucionar en los próximos trimestres.
"En la situación anómala actual, debido al Covid19, el análisis de la matriz de riesgos, la solvencia de las partes intervinientes en el desarrollo del proyecto, el sector y el objetivo del proyecto serán especialmente relevantes a la hora de que una entidad financiera ofrezca financiación, y para definir sus condiciones", enfatizan desde Anese.
Actualmente, los integrantes del proyecto F-PI colaboran con más de 20 entidades financieras diferentes, y ofrecen su apoyo de manera gratuita tanto para los promotores como para las entidades financieras, dado que el proyecto está financiado por la Comisión Europea.