El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha estado dedicando a lo largo de los últimos años una media de once millones de euros (cada año) a pagar su factura eléctrica. Así ha sido hasta el año 2019, concretamente, cuando la Junta de Extremadura decidió implementar un nuevo modelo de "contratación directa de la energía en el mercado mayorista". "Dado el alto consumo eléctrico y el elevado coste del suministro -explica la Junta-, el SES hizo un seguimiento de los consumos de energía en hospitales y centros de salud y estudió la evolución de precios y tendencias en los mercados energéticos. Esto permitió al SES -continúa la Junta- tomar decisiones basadas en el análisis de los datos que ofrecieron una información exacta y fiable y en base a las que se implementaron una serie de medidas correctoras, hasta que en 2019 se implementó el nuevo modelo de contratación directa de la energía en el mercado mayorista".
El nuevo modelo establecía un potencial de ahorro sobre el modelo anterior de entre el diez y el quince por ciento (10-15%) del gasto presupuestario. Sin embargo, "los resultados después de dos años -señalan desde la Junta- no solo avalan la decisión tomada, sino que han superado las expectativas iniciales consiguiendo un ahorro del 19,23 por ciento en 2019 (2.261.977,96 euros); y un 23,76 por ciento en 2020 (2.739.491,87 euros)". En total, y según los datos de la Junta, el gasto del consumo eléctrico en centros asistenciales del SES en 2019 ascendió a 9.501.287 euros y en 2020 a 8.788.508 euros, en ambos casos por debajo de los once millones de gasto medio de años anteriores.