El crecimiento previsto del 40% del consumo energético para 2035 exigirá cambios importantes en los modelos energéticos de los distintos países para hacer frente a las demandas de crecimiento económico, sostenibilidad medioambiental y seguridad energética, según este informe, que sitúa a España –uno de los 124 países analizados– por encima de la media en su arquitectura de rendimiento energético.
El informe ofrece un “índice de rendimiento de arquitectura energética” basado en tres parámetros: crecimiento y desarrollo económico, seguridad medioambiental, y acceso a la energía y su seguridad. La conclusión de los autores es que aún queda mucho por hacer para acelerar la transición hacia una mayor eficiencia energética, puntualizando que el objetivo de este informe es, precisamente, “ayudar a los responsables a planificar e impulsar una transición eficaz y evaluar su nivel de progreso” .
Accenture y el Foro Económico Mundial sugieren que los caminos a seguir por los distintos países para transformar sus arquitecturas energéticas presentarán algunas características comunes –como sistemas eficientes, bajas emisiones de carbono y un grado de electrificación cada vez mayor– aunque variarán en función de su nivel de desarrollo económico y recursos disponibles.
Fuerte dependencia del carbón
“Nueva arquitectura energética: Claves para una transición eficaz” indica que, aunque casi la mitad de los 124 países analizados ha aumentado la eficiencia de su sector energético, el porcentaje de energía que no procede del carbón en el suministro total de energía primaria todavía es inferior al 5% en 69 de ellos. También destaca el número de países que sigue teniendo problemas para satisfacer las necesidades energéticas básicas de sus ciudadanos: 31 países, y que más del 50% de la población aún cocina con combustibles fósiles.
“La escala y complejidad del sector energético exige que gobiernos, industria y sociedad civil inicien un diálogo y participen de forma activa en la transición energética”, seañala Arthur Hanna, socio director del grupo de Energía de Accenture y miembro del Consejo de la Agenda Global sobre Nueva Arquitectura Energética del Foro Económico Mundial. “No será posible adoptar las decisiones necesarias para resolver los problemas de contratación, suministro y consumo de energía si antes no se realiza un completo análisis y se define un punto de partida.”
Para Roberto Bocca, director de Industrias Energéticas del Foro Económico Mundial, “nunca antes habíamos sufrido tanta presión para cambiar la forma de contratar, suministrar y consumir energía. Los responsables deben entender cómo afectarán estos cambios a sus países y qué pueden hacer para impulsar los cambios deseados, ya que la velocidad, la dirección y el coste de la transición dependerán de las decisiones que adopten."
India y Japón
Como ejemplo, el informe incluye dos estudios exhaustivos sobre India y Japón. El estudio sobre India destaca los problemas generados por los cuellos de botella en el suministro, que suponen un riesgo considerable para el futuro crecimiento del país. Los autores sugieren que el gobierno indio debería plantearse la creación de un regulador energético único para facilitar la expansión de su sector de energías renovables, fomentar el desarrollo de sistemas descentralizados de generación y distribución con el fin de ampliar el acceso a la energía y racionalizar los precios de la energía mediante la eliminación gradual de subsidios.
En cuanto a Japón, subrayan la “crisis de confianza” a la que se enfrenta el sector energético después del terremoto y el tsunami que asolaron el país el año pasado, sugiriendo que el país debería crear una agencia totalmente independiente para regular la energía nuclear, realizar un completo análisis de costes-beneficios de la liberalización del mercado en el sector de la electricidad, y favorecer el desarrollo de infraestructuras energéticas en todo el continente asiático.