Una comisión de seguimiento conformada por personal del Ente Vasco de la Energía (EVE) y del Obispado adoptará las decisiones sobre las soluciones propuestas y priorizará las actuaciones. La primera labor que plantea el acuerdo -informa el Gobierno- es la realización de un inventario de edificios que identifique perfectamente el tipo de establecimiento, la actividad que se desarrolla en él, la energía que consume y el tipo de servicios con los que cuenta, como la calefacción, la producción de agua caliente sanitaria o la climatización.
Posteriormente, se llevará a cabo un "análisis y estudios de viabilidad para determinar el potencial de ahorro y de mejora de la eficiencia energética, y de implantación de energías renovables en aquellos emplazamientos que se acuerden en la comisión de seguimiento". Otro de los aspectos a estudio -explican desde el EVE- será la evaluación de posibilidades de desarrollo de redes energéticas compartidas y/o centralizadas (de alta eficiencia) con energías renovables.
El acuerdo prevé así mismo la puesta en marcha de un Plan de Actuación para la implantación de medidas de eficiencia energética y de programas de concienciación, formación, sensibilización y divulgación energética dirigidas tanto al personal de la administración del Obispado, como al personal usuario de los centros de consumo, colegios, aulas de formación, centros de culto… para mejorar hábitos de consumo y adoptar hábitos energéticos sostenibles. Según el EVE, la Diócesis "enmarca esta colaboración en las actuaciones dirigidas al cuidado del medio ambiente, ahorro de energía y seguimiento de la Carta Encíclica Laudato si del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común".