El uso inteligente de la energía reporta beneficios a la economía, tanto en la actividad empresarial como en el hogar, indica la Junta de Castilla y León, que a traves de la Consejería de Economía y Empleo está impulsando medidas de ahorro energético que persiguen el desarrollo de una actividad económicamente más competitiva y una reducción del impacto medioambiental de la generación energética en la Comunidad.
En este sentido, el etiquetado energético es un elemento clave para permitir el ahorro energético y la adquisición de hábitos de consumo de energía responsables, lográndose ahorros energéticos de hasta un 25%, indica la Cnseería. Y aporta datos.
Electrodomésticos y luces
En el caso de los electrodomésticos, la diferencia entre uno eficiente y otro que no lo es llega a suponer un 15% más de consumo, de forma que un electrodoméstico de clase ‘A’ puede consumir el 55 % de lo que consume otro de clase ‘D’. “Comprando un frigorífico de clase ‘A’ en lugar de uno de clase ‘C’, se puede ahorrar hasta 322 euros en la factura eléctrica a lo largo de su vida útil. Es decir, si se opta por electrodomésticos más eficientes, nuestra factura de la luz puede llegar a reducirse hasta un 25%”, afirma la Consejería.
En cuanto al etiquetado del alumbrado, la etiqueta incluye información sobre los lúmenes, que indican la cantidad de luz que aporta la lámpara; los vatios, que expresan la potenca; y las horas que funcionará la lámpara.“Si se compara una bombilla convencional de 100W con una lámpara de bajo consumo de 20W, se comprueba que ambas proyectan la misma luz. Sin embargo la de bajo consumo permite un ahorro en 8.000 horas de funcionamiento que será de 80 euros”, indica la Junta.
“La sustitución de bombillas que suelen estar encendidas unas 5 horas al día por lámparas de bajo consumo, puede reducir la factura eléctrica de un hogar entre un 15 y un 20%. Incluso realizar una limpieza periódica de todos los puntos de luz, comprobando la apariencia y color de la bombilla, si su intensidad es la adecuada, y si el tono es el normal puede permitirnos también un importante ahorro energético”, añade.
Ojo con los ordenadores
Respecto a los ordenadores, uno que lleve la etiqueta ‘Energy Star’ es responsable de reducir hasta un 70 % las emisiones del CO2 emitidas por la central energética que tiene que producir la electricidad para hacer trabajar ese equipo, en comparación con uno convencional. La Consejería recuerda, además, que los modos de funcionamiento ‘Sleep’, ‘Stand by’ o ahorro de energía permiten disminuir el consumo respecto a los modos normales de funcionamiento, pero no implican un consumo cero.
De hecho, estos modos de funcionamiento tienen un consumo eléctrico asociado que hay que tener en cuenta, ya que puede ser considerable debido al número importante de horas que puede permanecer el aparato funcionando de esta manera. Por este motivo, cuando los equipos no vayan a ser utilizados en períodos largos de tiempo, como los fines de semana o períodos vacacionales, es recomendable la desconexión total. “Debemos apagarlo completamente si no lo utilizamos en más de una hora y la pantalla a partir de los 20 minutos”, indica la Junta.
Edificios bien pensados
No obstante, es en los edificios donde se pueden lograr los resultados de ahorro más epectaculares. “Las medidas de ahorro en cualquier tipo de edificio pueden aplicarse desde el momento de su propia construcción, consiguiendo el máximo confort interior a partir de las máximas aportaciones energéticas externas, de carácter natural, y de las mínimas pérdidas internas. Fachada, cubierta y ventanas son las partes esenciales del edificio para aplicar las mejoras energéticas y medidas de ahorro”, indican las autoridades castellano-leonesas.
“Cada grado en el interior de más en verano o de menos en invierno puede incrementar el consumo hasta un 5 %. Por ello, para comenzar a ahorrar energía hay que hacer una comprobación de la correcta función aislante de las ventanas; aislar térmicamente la fachada teniendo también en cuenta el color en las distintas orientaciones y un buen aislamiento térmico de las cubiertas”, añaden.
La etiqueta energética de los edificios, obligatoria desde el pasado 1 de junio, informa sobre las características energéticas del edificio, lo que permite valorar y comparar su eficiencia energética, sin que ello suponga merma alguna en el confort aportado por los que utilizan de manera más eficientge la energía.
La Consejería de Economía y Empleo también informa sobre el etiquetado energético de los vehículos y la necesidad de tener una buena información para optar por el vehículo de menor consumo y menos contaminante.
En este ámbito, la Junta se viene implicando en la incorporación de vehículos energéticamente más eficientes y menos contaminantes -híbridos, de GLP, de gas natural o eléctrico- desde hace casi una década, siendo la primera comunidad autónoma que inició un programa de apoyo a la compra de vehículos híbridos, eléctricos y de autogás para particulares y empresas y entidades locales.