El parque inmobiliario es responsable de más del 35% de las emisiones totales de CO2 -recuerdan desde ISTA-, siendo la calefacción una de fuentes emisoras más importantes, después del tráfico rodado. Pues bien, el paso de la borrasca Filomena por Madrid, que se caracterizó por un mayor uso de la calefacción por las bajas temperaturas y una caída brusca de la movilidad a causa de la nieve, ha sido el momento elegido por ISTA para analizar cómo influye la calefacción en la contaminación ambiental. El estudio llevado a cabo por la empresa ha determinado que el consumo en calefacción se disparó un 47,28% (respecto a las mismas fechas del año anterior) durante el paso de Filomena por Madrid. Ese dato, asociado al hecho de que el Ayuntamiento se vio obligado a declarar el Nivel 1 de Contaminación el día 17, pondría de relieve el peso de la contaminación emitida por las calefacciones (de carbón, gasóleo y, sobre todo, gas natural) en el aire urbano.
En ese marco, ISTA recuerda que, a partir de 2022, con la prohibición del uso de calderas de carbón, la progresiva eliminación de las de gasóleo y la obligatoria instalación de los contadores de calefacción, se podría recudir en un 40% el volumen total de emisiones en la ciudad de Madrid, calculan desde ISTA.
Ignacio Abati, director general de ISTA: “este aumento en el consumo durante los días claves del paso de Filomena demuestra cómo las calefacciones centrales, sobre todo las de carbón y gasóleo, juegan un papel muy importante en la contaminación ambiental. Hay que tener en cuenta, no obstante, que se trata de un fenómeno excepcional en el que confluyeron varias circunstancias: por un lado, el encendido de la calefacción durante las 24 horas al día debido a unas temperaturas extremadamente bajas en el exterior y, por otro, a la escasa movilidad de vehículos y del tráfico aéreo, que son los mayores causantes de las emisiones de CO2 en la capital”
ISTA recuerda por otro lado que reducir las emisiones de gases contaminantes en un 80% para el año 2050 es el objetivo que se ha fijado España en el marco europeo de lucha contra el cambio climático, y, "en este contexto -añaden desde la empresa-, las calefacciones centrales en los edificios serán clave". ISTA menciona por otro lado estudios del Ayuntamiento de Madrid, que cifran en 200 las calderas de carbón y en 4.500 las de gasóleo que quedan todavía en la capital.
Según la empresa, en España existen cerca de 1,5 millones de hogares con calefacción central, 600.000 viviendas en la Comunidad de Madrid, que son causantes de la emisión de 1,05 millones de toneladas de gases de efecto contaminante a la atmósfera cada año. ISTA calcula que, la prohibición del uso de calderas de carbón a partir de 2022, la progresiva eliminación de las de gasóleo y la obligatoria instalación de contadores de calefacción podrían recudir en un 40% el volumen total de emisiones en la ciudad de Madrid.
La Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 fija como objetivo rebajar las emisiones de óxidos de nitrógeno un 20% en 2023 para cumplir con la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008 en materia de calidad del aire. La retirada progresiva de las calderas que utilizan combustible sólido de origen fósil representa una actuación clave para alcanzar esta meta.
