El comunicado de la CE dice que hay que considerar la eficiencia energética como una fuente de energía por derecho propio y pilar de la política climática y energética, y pide a los sectores público y privado invertir en ella antes que en otras fuentes de energía e infraestructuras. También destaca que la aplicación de estos principios permite adoptar una perspectiva social y tendrá un impacto positivo en la lucha conta la pobreza energética. Además, recomienda “considerar la rentabilidad de la eficiencia energética desde la perspectiva del inversor y del usuario final”.
El comunicado de la Comisión lleva por título “Energy Efficiency First: from principles to practice. Guidelines and examples for its implementation in decision-making in the energy sector and beyond” y pone en contexto estas recomendaciones. Por ejemplo, establece, entre otras cosas, la necesidad de llevar a cabo un análisis de coste beneficio antes de hacer cualquier inversión para priorizar los proyectos de eficiencia; incluyendo en este análisis no solo los beneficios energéticos sino también los sociales y económicos. También pide que se pongan en pie fondos específicos en eficiencia energética.
La Comisión recuerda, asimismo, que las soluciones de eficiencia energética deben ser ambientalmente sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor del sistema energético y que el objetivo de reducir la demanda debe de ser prioritario incluso a alternativas de generación de fuentes renovables.
Reconoce, así mismo, que este planteamiento supone todo un cambio de modelo frente al “tradicional de producción y consumo de energía, basado en grandes proveedores dominados por los fósiles y consumidores pasivos y que pagan el precio, hacia un sistema más flexible, que incorpora tecnologías renovables y se centra en consumidores de energía activamente comprometidos”. Por ello, solicita a los gobiernos de los Estados miembros que empleen el principio de "eficiencia energética primero" como un principio general, que debe aplicarse en un contexto político más amplio, en lugar de como un objetivo de último recurso para reducir el consumo de energía.
Por último, recuerda que este principio, acorde con los objetivos europeos de lograr la neutralidad climática a mediados de siglo, ya está plasmado en distintos instrumentos normativos, como la Directiva de Eficiencia, la Renovation Wave, la Estrategia Europea de Integración del Sistema Energético y la Regulación (EU) 2018/1999 de Unión Energética.
Una excelente noticia
Eduardo Brunet, presidente de Greenward –firma especializada en el impulso de la eficiencia energética de los edificios– considera "una excelente noticia" que la Comisión realice esta comunicación y "refuerce el mandato de situar la Eficiencia Energética en el lugar central que le corresponde".
"Desde Greenward hemos abogado desde hace años por que se priorizara la eficiencia energética y se creara el marco legislativo necesario para lograr ese objetivo y para fomentar la creación de instrumentos financieros que permitieran abordarlo en nuestro país. Confiamos en que el Gobierno de España recoja este mandato y comience a trabajar en ello lo antes posible”, añade.
Para el directivo, “hay que acometer un reposicionamiento estratégico de las prioridades y la transformación del modelo energético español hacia uno que, a partir del impulso de la eficiencia energética como activo de energía distribuida y vector para poner en valor la gestión de la demanda, presente mayores beneficios para el sistema, los consumidores -especialmente las rentas más bajas y los colectivos vulnerables frente a la creciente pobreza energética-, la economía y el planeta”.