El edificio en cuestión cuenta con una planta baja de uso comercial -es un taller-, dos plantas de vivienda y una cubierta transitable y accesible. Con dos fachadas orientadas al norte y al oeste, se trata de un bloque típico de los años 60, que se encuentra ubicado en el madrileño barrio de Fuencarral (zona climática D3 IV). La Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reformas (Anerr) ha abordado la obra con el objetivo de que esta sirva "como modelo de rehabilitación y como difusor y dinamizador de la cultura de la rehabilitación de cara al sector de la construcción y al usuario final". Según la asociación, la "actuación de rehabilitación integral", ha afrontado "todos los puntos y elementos susceptibles de mejora para la obtención de un edificio con un consumo de energía casi nula partiendo de un edificio existente en una situación técnica muy desfavorable".
Tres fases
El proyecto consta de tres fases: auditoría energética; actuaciones propuestas y ejecución de las mismas; y fase de comunicación de resultados (en ella se encuentra actualmente Anerr). La auditoría energética ha constado a su vez de tres fases: estudio detallado de eficiencia energética y monitorización; análisis de resultados y evaluación económica; y calificación energética y certificaciones. Las actuaciones propuestas y ejecución de las mismas (segunda fase) han obrado sobre la envolvente, las instalaciones térmicas, las eléctricas, las hidráulicas, provisión de sistemas domóticos y de control, y energías renovables (solar térmica y una instalación fotovoltaica que ha sido ejecutada, pero que aún no está conectada). Por fin, la tercera fase, la actual, Comunicación, tiene dos dimensiones: la difusión multimedia (este reportaje sería un ejemplo) y las visitas guiadas por el inmueble.
Objetivos del proyecto, según Anerr
- Poner en práctica y conocer cuál es el límite en la eficiencia energética a la que se puede aspirar en una rehabilitación integral de un edificio.
- Desarrollar un método de evaluación y cuantificación de la calidad de la rehabilitación tanto en la planificación, ejecución.
- Llevar a la práctica las soluciones y tecnologías existentes y ser un escaparate y banco de pruebas de las mismas.
- Comprobar la reducción del consumo y aumento del confort de los usuarios.
- Evaluar la viabilidad económica de las actuaciones: cuantificar los costes de rehabilitación y los ahorros producidos tras la misma y obtener el periodo en que se recupera lo invertido.
Todo ello -concluye Anerr- de forma real, no sólo teórica. Se trata de una actuación de rehabilitación energética integral de un edificio existente cuyo objetivo principal es una reducción drástica de consumo, superior al 80%.
Proyecto Piloto de Rehabilitación Energética Integral, coordinado por Anerr.