Socaire es "abrigo o defensa que ofrece algo en su lado opuesto a aquel de donde sopla el viento" (RAE); así que socaire es una forma por ejemplo de ayudar a capear el temporal del invierno; pero Socaire es también una asociación que nace incubada dentro de un proyecto más amplio, Mares Madrid, "proyecto piloto innovador de transformación urbana a través de (1) iniciativas de economía social y solidaria, (2) de la creación de empleo de cercanía y de calidad y (3) de la promoción de otro modelo de ciudad". Socaire en fin es una iniciativa que impulsan cinco jóvenes -Belén, Ivón, Marcos, Raquel y Rubén- que está liderada por el Ayuntamiento de Madrid y financiada con fondos Feder, dentro de la iniciativa de la Comisión Europea UIA (Urban Innovative Actions), proyectos innovadores que busquen hacer frente a los retos de las ciudades europeas.
Belén, Ivón, Marcos, Raquel y Rubén se definen así
"Somos una iniciativa de la economía social especializada en Consultoría Energética e Intervención Social. Trabajamos por una nueva cultura energética más eficiente, sostenible y accesible para todas las personas. Nuestra misión: fomentar un uso consciente de la energía y combatir las situaciones de Pobreza Energética, haciendo intervenciones directas en los hogares vulnerables y empoderando a quienes las sufren, para que conozcan sus derechos en el mercado de la energía. Apostamos por la profesionalidad y la consciencia colectiva como herramientas clave para optimizar el uso de los recursos energéticos".
Socaire define: la pobreza energética es la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 21ºC en invierno y 25ºC en verano, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud). Comúnmente, la pobreza energética se produce ligada a la combinación de tres factores a escala de hogar: bajos ingresos, precios elevados de la energía y calidad insuficiente de la vivienda.
Socaire desarrolla tres líneas de trabajo. La primera es la susodicha (que denominan Intervención Social). La segunda es la de Consultoría Energética: realizan informes de evaluación de edificios, cálculo de la huella de carbono, auditorías, gestión integral de proyectos de rehabilitación energética, etcétera. Desde la asociación destacan lo que denominan microauditorías, "con una menor profundidad en el estudio, pero igual de efectivas y más económicas". ¿Objetivo? Llegar con ellas a los hogares convencionales, a las comunidades de vecinos o a las pequeñas y medianas empresas, "con la finalidad de proponer medidas técnicas para la mejora de la eficiencia energética". Ah, el desembolso por la microauditoria es cero, se paga a partir del ahorro obtenido.
Y por fin, la tercera línea de trabajo se denomina Formaciones: talleres de hora y media o dos horas de duración que ayudan a aprender a auditar nuestros propios consumos, a descifrar "ese pequeño jeroglífico que son las facturas eléctricas" o a "identificar los casos de pobreza energética y las herramientas para atenuar sus efectos".
El programa estrella de Socaire se denomina «Educacción Energética: hogares que merecen ser habitados»
Socaire propone la implementación de "medidas de intervención directa combinadas con la optimización de los contratos de suministro energético y con una pequeña formación en hábitos de consumo consciente y eficiente de la energía, todo lo cual puede traducirse en reducciones de las facturas de más del 30%". Según la asociación, "de esta manera se logra que los hogares vulnerables puedan hacer frente a sus consumos de energía, o si estos están siendo afrontados por las administraciones públicas, que dichos desembolsos se reduzcan notablemente, con el consiguiente beneficio para el erario público".
La colaboración de los servicios sociales de las administraciones locales -explican desde Socaire- es "imprescindible a la hora de seleccionar a las familias beneficiarias del programa, porque son ellas quienes mejor conocen cada una de las situaciones".
Objetivos del programa «Educacción Energética: hogares que merecen ser habitados»
• Impulsar la consciencia energética: ¿dónde y cómo se consume la energía en los hogares?
• Implantar medidas de eficiencia energética y de mejora del confort de las viviendas.
• Formar en hábitos de consumo responsable: medidas de ahorro en los consumos de luz, agua y gas.
• Empoderamiento de las familias: desde el conocimiento de los servicios a los que pueden tener acceso (tipos de tarifas energéticas, acceso al bono social, etcétera) a sus derechos como consumidores y consumidoras.
• Sensibilización social: elaboración de campañas para hacer visible la pobreza energética y que no quede reducida al ámbito privado y del hogar.
Los objetivos del programa se abordan realizando visitas a los hogares vulnerables (acción directa) y desde la realización de talleres y formaciones colectivas.
Ejemplos de intervención
• Con 200 euros ayudamos a una familia a mejorar el consumo en sus facturas en torno al 30%, asesorando sobre hábitos de consumo eficiente personalizados para su hogar.
• Con 250 euros ayudamos a una familia a mejorar el consumo en sus facturas en torno a un 30%, asesorando sobre hábitos de consumo eficiente personalizados para su hogar e instalando bombillas LED en los espacios más habitados de la vivienda, paneles reflectores tras los radiadores, reductores de caudal en grifos y regletas con interruptor evitando consumos stand-by.
• Con 700 euros ayudamos a una familia a mejorar el consumo en sus facturas un 30%, asesorando sobre hábitos de consumo eficiente personalizados para su hogar e instalando burletes y aislantes térmicos en ventanas y persianas, cronotermostato para calefacción, grifos monomando, reductores de caudal en grifos, cisternas de doble descarga, bombillas LED y regletas con interruptor evitando consumos stand-by.