Las ventas mundiales de bombas de calor han aumentado casi un 30 % desde 2020, aunque se ha producido una disminución del 3 % en 2023. China, que actualmente es el mercado más grande del mundo de bombas de calor para edificios, representa más de una cuarta parte de las ventas globales, con una fabricación del 35 % de todas las bombas de calor vendidas en todo el mundo. En 2023 fue el único mercado importante donde las ventas de bombas de calor crecieron (+ 12 %). Según el último informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) ´El futuro de las bombas de calor en China`, el 8 % de las ventas de equipos de calefacción para edificios en China en 2022 fueron bombas de calor y actualmente es un sector que emplea a más de 300.000 personas, y se prevé que las cifras se dupliquen para 2050.
Las bombas de calor son la norma en edificios nuevos y existentes en algunas áreas del centro y sur de China, donde se utilizan para calefacción y refrigeración. Por su parte, el uso de esta tecnología para la producción de agua caliente sanitaria está surgiendo principalmente en sectores comerciales porque el mercado del calentamiento de agua todavía está dominado por los calentadores eléctricos convencionales y las calderas de gas. "Las bombas de calor consumen en promedio de tres a cinco veces menos energía que los calentadores eléctricos o las soluciones basadas en combustibles fósiles, aunque su uso en la industria y en la calefacción urbana todavía es poco común, en parte debido a la poca concienciación y los costos iniciales", añaden desde la AIE.
En cuanto a esto último, los costes, en China, las bombas de calor aire-aire ya son la opción de calefacción más rentable durante su vida útil en algunos climas más fríos y en ciudades con veranos calurosos e inviernos fríos, donde satisfacen las necesidades tanto de calefacción como de refrigeración. Mientras tanto, las bombas de calor aire-agua son más caras que las calderas de gas y sólo ofrecen ahorros de por vida en comparación con los calentadores eléctricos en áreas con una relación de precios de electricidad-gas competitiva. "Los costos iniciales de las bombas de calor industriales son seis veces mayores que los de las calderas de gas, pero a lo largo de su vida útil ya son mucho más baratas que las calderas de gas y eléctricas, y casi competitivas en costos con las calderas de carbón, gracias a su alta eficiencia", destaca el informe.
Señalando algunos datos del informe, las bombas de calor descentralizadas instaladas en edificios chinos representan actualmente una cuarta parte de la capacidad instalada mundial. La capacidad combinada supera los 250 gigavatios (GW) y cubre alrededor del 4 % de las necesidades de calefacción de los edificios. En el Escenario de Promesas Anunciadas (APS), que tiene en cuenta el objetivo de neutralidad de carbono de China, esta capacidad alcanzará los 1.400 GW en 2050, cubriendo el 25 % de las necesidades de calefacción. Para ello se necesitarían instalar alrededor de 100 GW de bombas de calor en edificios cada año hasta 2050, el equivalente a la capacidad desplegada en Estados Unidos, China y la Unión Europea combinadas durante 2022. El mayor potencial para las bombas de calor descentralizadas en edificios se encuentra en la China rural y en las áreas urbanas de las regiones del sur y central, aunque también se espera un crecimiento en los nuevos edificios en el norte de la China urbana. En el APS, se proyecta que la capacidad de las bombas de calor en estas áreas se duplicará para 2030 y se quintuplicará para 2050.
¿Cuándo decir sí a la bomba de calor?
En todos los sectores industriales, el mayor potencial de las bombas de calor es satisfacer la demanda de calor a temperaturas inferiores a 200°C en las industrias ligeras, como la producción de pulpa y papel y en el sector químico; sectores que representan más de un tercio del consumo de calor industrial en China y que las bombas de calor podrían suministrar entre 175 y 280 GW potenciales, suficiente para cubrir alrededor del 15 % de la demanda actual de calor en dichas industrias. En la APS, se instalan alrededor de 1,5 GW de bombas de calor en industrias ligeras cada año entre 2025 y 2050 para abastecer alrededor del 20 % de la demanda de calor en 2050.
Por su parte, las bombas de calor a gran escala pueden integrarse en los sistemas de calefacción urbana existentes y optimizar el uso del calor residual. Entre sus beneficios está aumentar la eficiencia general del sistema al reducir las temperaturas de retorno de la red, además de brindar oportunidades para evitar la reducción de energías renovables variables cuando se combinan con el almacenamiento de energía térmica. También existe la oportunidad de recuperar el calor residual integrando bombas de calor a gran escala en sistemas de calefacción urbana y grupos industriales.
Bajada considerable de las emisiones
Las emisiones anuales de una bomba de calor instalada en China son ya en promedio más de un 30 % más bajas que las de una caldera de gas, si se tienen en cuenta tanto las emisiones directas como las indirectas. En la APS, las emisiones indirectas provenientes de la generación de energía disminuirán en más de un 40 % para 2030, principalmente debido al mayor despliegue de energía solar, eólica y nuclear. Ese mismo año, las emisiones anuales de las bombas de calor serán casi un 60 % menores que las de una caldera de gas. Si bien el mayor despliegue de bombas de calor aumenta inevitablemente la demanda de electricidad, su impacto en la carga máxima será dos veces menor que el de los aparatos eléctricos en los edificios de la APS en 2030.