La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, anunció ayer en Toledo el inicio de la segunda fase del Plan Regional contra la Pobreza Energética del Gobierno de Castilla-La Mancha, que reanuda la concesión de ayudas de 150 euros por familia para los meses de invierno de este año". Sánchez ha afirmado que el castellano manchego es "un modelo pionero e innovador por las cuatro medidas que tiene", que son la paralización de procesos de corte de suministro, la reposición urgente cuando hay un corte, las ayudas contra la pobreza energética y un plan de orientación para el ahorro energético. Según la consejera, "esta segunda fase del plan se refiere a las ayudas, porque la paralización y reposición del suministro se ha producido durante todo el año; las ayudas -ha explicado- tuvieron una primera fase hasta abril y, ahora, en el mes de octubre, se vuelven a reactivar".
El gobierno hace públicos los resultados de la primera fase
El Plan contra la Pobreza Energética de Castilla La Mancha ha llegado, en su primera fase, hasta el uno de abril, a 20.950 personas, de las que el 44%, un total de 9.299 personas, han sido niños y niñas menores de 16 años en situación de pobreza severa y 407 personas, en situación de urgencia personal. Según los datos difundidos por la Consejería de Bienestar Social, el gobierno regional "ha destinado 6.054 ayudas de emergencia energética, ha evitado hasta esa fecha 183 cortes y se han realizado 36 reposiciones de suministro, en total, 216 actuaciones en paralizaciones o reposiciones de suministro". La consejera ha recordado que “las paralizaciones de corte de suministro y las reposiciones urgentes de este servicio han continuado durante todo el año: habían sido 216 hasta abril y hasta octubre han apoyado a 357 familias en este tipo de situaciones de urgencia o emergencia".
Pobreza energética en la región
La consejera ha recordado que la Encuesta de Condiciones de Vida, que hizo pública el Instituto Nacional de Estadística el pasado 24 de mayo, revela que el 22,1% de la población del país se encuentra en riesgo de pobreza, que se eleva al 28,8% entre la población infantil. Así como que Castilla-La Mancha es la cuarta comunidad autónoma con la tasa más alta de riesgo de pobreza, 6,4 puntos porcentuales por encima de la media nacional.