Reducir la pobreza energética de los colectivos vulnerables mediante la generación de electricidad a partir de energía solar fotovoltaica. Ese es el objetivo de la convocatoria abierta a empresas tecnológicas lanzada en septiembre desde el programa DataCity Lab, un programa de innovación urbana que, a través de la colaboración público privada, invita a corporaciones y empresas tecnológicas a resolver retos urbanos planteados por los ayuntamientos utilizando los datos como herramienta central para resolverlos. En Barcelona, el programa está impulsado por el Ayuntamiento que preside Ada Colau, a través del Comisionado de Innovación Digital, la Oficina Municipal de Datos y la fundación Bit Habitat. Y, en esta edición, y dada la temática elegida, también cuenta con la participación del Área de Derechos Sociales y de la Dirección de Servicios de Energía y Calidad Ambiental.
Además, el reto cuenta con la participación de Acciona como corporación colaboradora y, finalmente con el Departamento de Analítica y Ciencia de Datos de la Universidad de Barcelona como referente académico.
Este año, el reto, que une innovación social y transición energética, parte de la premisa de que la ciudad de Barcelona tiene un 10,6% de la población en situación de pobreza energética y un alto potencial de generación solar de proximidad.
Laia Bonet, tenienta de alcaldía de Agenda 2030, Transición Digital, Deportes y Coordinación Territorial y Metropolitana del Ayuntamiento de Barcelona: "gracias a los retos de innovación urbana, el Ayuntamiento de Barcelona busca soluciones concretas a los grandes retos o problemas. Y, en este caso la ganancia sería doble, porque reducir la pobreza energética y la vulnerabilidad a través de la generación de energía fotovoltaica permitiría incrementar la soberanía energética a la vez que se aborda un reto social"
Análisis de la viabilidad del reto planteado
Pues bien, los actores impulsores del programa DataCity Lab han seleccionado a la empresa emergente Impact-E para analizar la viabilidad del reto de esta edición, consistente -como se dijo- en obtener excedentes de generación eléctrica a partir de la instalación de paneles solares y redistribuir la energía generada entre los colectivos mencionados.
Para poder analizar la viabilidad de este planteamiento hay que tener en cuenta las limitaciones técnicas y jurídicas actuales. Una de las principales limitaciones impuestas es que los puntos de generación y los de consumo deben estar conectados en baja tensión y a una distancia menor a los quinientos metros entre ellos.
Teniendo en cuenta esta limitación, el reto partirá del análisis de tres supermanzanas seleccionadas por características diferentes de la ciudad de Barcelona: Poble Nou, La Marina y Vila de Gràcia.
Mediante el análisis de datos energéticos, se trata de poder estimar y simular en qué zonas de las supermanzanas escogidas sería viable suministrar excedentes de energía solar, generados desde equipamientos, espacios públicos, oficinas, tejido comercial e industrial a los colectivos vulnerables de estas supermanzanas.
La empresa seleccionada por el conjunto de actores del programa, Impact-E, es una empresa emergente valenciana de base tecnológica que tiene como misión facilitar la transición energética en las ciudades a través del desarrollo de herramientas SaaS (software como servicio) para la planificación energética urbana, además del asesoramiento, la formación y el seguimiento.
La empresa recibirá un premio de 10.000 euros para poder hacer frente a una fase de experimentación que ahora comienza y durará cuatro meses. Los resultados serán finalmente presentado en un acto público en el año 2021.