La asociación Ecoserveis es la encargada de coordinar esta prueba piloto que, en su primera fase, contempla la capacitación de las profesionales a través de un curso de 40 horas. La formación, que se ha llevado a cabo desde el pasado 7 de mayo hasta el 15 de junio ha contado con la participación de 8 coordinadoras de zona y 80 trabajadoras familiares del SAD.
Una vez acabada la fase formativa, los profesionales pondrán en práctica los conocimientos adquiridos para dar apoyo a la ciudadanía, ayudándola a ampliar sus conocimientos y a optimizar sus hábitos de uso de la energía, mejorar la eficiencia energética en sus hogares y reducir sus facturas. Esta segunda etapa se extenderá hasta diciembre de 2018.
“La incorporación de este perfil profesional en el abordaje de la pobreza energética es estratégica, ya que se trata de trabajadoras con una vinculación constante con persones en situación de vulnerabilidad”, ha destacado Patrici Hernández Claret, jefe del Departamento para la Cobertura de les Necesidades Básicas del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS).
El equipo profesional que participa en la prueba piloto forma parte de las empresas prestadoras de servicios Accent Social, Suara Cooperativa y Valoriza. Tras finalizar la prueba piloto, se evaluará su impacto y efectividad, para valorar si las personas atendidas conocen sus derechos energéticos, están protegidas ante los abusos de las compañías y utilizan de forma eficiente la energía en sus hogares. La valoración de estos aspectos permitirá mejorar las actuaciones de lucha contra la pobreza energética.
A través de esta y otras actividades, el proyecto ASSIST busca ampliar el conocimiento sobre la vulnerabilidad y la pobreza energética en Europa, para facilitar el diseño de políticas a todos los niveles y promover la participación directa de las personas usuarias dentro del mercado energético. El consorcio del proyecto está integrado por 11 organizaciones de 6 países (Italia, España, Reino Unido, Finlandia, Polonia y Bélgica) y una asociación europea.