Su aplicación permitirá reducir 159 millones de toneladas de dióxido de carbono al año hasta 2020, o lo que es lo mismo, reducirá las emisiones contaminantes un 5% en relación a los niveles alcanzados en el año 2000. "Como nación, necesitamos ponerle un precio al carbono y crear un futuro con energía limpia", ha dicho la primera ministra, Julia Gillard, al anunciar el plan del Gobierno, que cuenta con el apoyo necesario para ser aprobado en el Parlamento.
La medida, que entrará en vigor a partir del año que viene, afectará a las compañías que superen las 25.000 toneladas de CO2 al año, lo que supone unas 500 empresas fundamentalmente del sector eléctrico, minero y de la energía. Y según el Gobierno, el CO2 que dejará de emitirse equivaldría al generado por unos 45 millones de coches circulando.
Este novedoso impuesto irá aumentando anualmente un 2,5 % hasta 2015, año en que se dará paso a un programa de comercio de emisiones parecido al de la Unión Europea (UE), en el que el mercado internacional fija los precios. Según ha asegurado el tesorero de Australia, Wayne Swan, su puesta en marcha costará unos 4.300 millones de dólares locales (3.243 millones de euros) en los próximos cuatro.
Apoyo a los sectores más afectados
En este sentido Camberra destinará en los próximos tres años unos 9.200 millones de dólares locales (6.938 millones de euros) para apoyar a la industria afectada por el impuesto, principalmente en el sector siderúrgico, del aluminio y zinc, así como las papeleras. El sector agrícola y los combustibles para uso personal o de los pequeños negocios quedarán excluidos, no así el diesel usado en el transporte pesado.
Y a partir de 2013, el Gobierno establecerá un fondo de 10.000 millones de dólares (7.542 millones de euros) que permitirán promover en los próximos cinco años las inversiones en energías limpias y renovables. Las autoridades también otorgarán unos 15.000 millones de dólares (11.313 millones de euros) en reducciones tributarias y ayudas sociales adicionales para unos 4 millones de hogares afectados indirectamente por la medida.
