La Cofradía de Pescadores de Bustio (Ribadedeva) es "la primera y única de España -informa el Gobierno de Asturias- que ya ha implantado un sistema que le permite autoabastecerse de energía limpia y con el que, además de asumir un compromiso ambiental para disminuir la emisión de carbono, ahorra en torno a 10.000 euros anuales en gastos de electricidad". Según explica en un comunicado el Ejecutivo asturiano, "este sistema consiste en la instalación de aerogeneradores y placas solares que han permitido la desconexión de la red eléctrica de la lonja y sus servicios: oficina, viveros, fábrica de hielo, cámara de conservación de carnada". Las obras, financiadas a través del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (Femp), contaron con una inversión de 129.000 euros entre 2014 y 2017.
El estudio encargado por el Principado cuenta con un plazo de ejecución de tres meses y ha sido ya adjudicado a la empresa Ingeniería Eléctrica MYA, por un importe de 19.058 euros. La consejera asturiana de Desarrollo Rural y Recursos Naturales ha manifestado que, una vez ejecutado el proyecto de la Cofradía de Bustio, el estudio que se llevará a cabo en el resto de estas asociaciones asturianas, otras 17, “pretende conocer la composición y el coste del gasto energético de cada una de ellas, proponer medidas para reducirlo y, en consecuencia, mejorar su competitividad y su imagen, reduciendo emisiones de carbono y abriéndose al uso de nuevas tecnologías. Se trata, por tanto -ha dicho-, de un proyecto que afectará positivamente a la sostenibilidad ambiental y a la sostenibilidad económica”.
Un estudio en cinco etapas
La consejera Álvarez ha explicado que el estudio se realizará en cinco etapas, que incluyen la revisión inicial, las mediciones in situ, la evaluación y el análisis, la elaboración de propuestas de mejoras, con su valoración económica y, finalmente, la entrega de documentación y realización de una jornada de presentación a los interesados. Además, ha subrayado que toda esta información “permitirá a cada una de las cofradías valorar el interés de las posibles adaptaciones, para financiarlas través de las ayudas del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (Femp) y de las convocatorias de los Grupos de Acción Local de Pesca (Galp)”.