El principal material del pabellón es madera de pino procedente de bosques con certificación de gestión sostenible que absorbió durante su ciclo de vida más de 70 toneladas de CO2. En concreto, la mitad de la madera está siendo reutilizada y proviene de un evento anterior, al igual que todos los materiales textiles empleados en su construcción. Otra característica definitoria del pabellón de Acciona Energía es que incorpora en su estructura cuatro palas de aerogenerador procedentes del parque eólico gaditano de El Cabrito, un complejo eólico repotenciado en Tarifa. Cada una de estas palas evitó la emisión de 2.045 toneladas de CO2 durante su vida útil, y ahora son un ejemplo de cómo dar una segunda vida a los componentes de los aerogeneradores en nuevas construcciones.
Emma Reiners, directora de Comunicación y Marketing Global de Acciona Energía: “Es un pabellón 100% reciclado y cuyos materiales se volverán a reciclar en el futuro. En concreto, la huella de CO2 del pabellón ronda las 25 toneladas, pero si este mismo pabellón se hubiera construido en aluminio, supondría haber empleado 50 veces más CO2. Las cuatro palas vienen del parque eólico El Cabrito en Cádiz, que fueron retiradas en 2019 y comenzaron a funcionar en 1995. Estas palas llegan aquí tras la repotenciación del parque, un proceso que convirtió un parque de 90 aerogeneradores en uno de solo 12 máquinas, con la misma capacidad de generación eólica”.
El pabellón ha sido diseñado y construido por el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) y ha contado con la colaboración de varios estudiantes de esta institución, los cuales han podido poner en práctica sus conocimientos contribuyendo a la creación de este espacio.
Vicente Guallart, exdirector de Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC): “Toda la fachada está hecha con materiales reciclados y, por otro lado, la cubierta está tapizada con placas solares. Además, el pabellón cuenta con unos anemómetros e instrumentos experimentales: elementos de energía piezoeléctrica que producen energía a partir del movimiento que genera la fuerza del viento”.
La circularidad que otorga el uso de un material natural como la madera y de materiales textiles reciclados, así como la reutilización de las palas de aerogenerador, han hecho que la construcción de este pabellón deje una huella de carbono hasta 50 veces menor que si se hubiera fabricado con materiales tradicionales como acero, aluminio, y plásticos, elementos muy presentes en el resto de pabellones que han poblado el puerto de la ciudad Condal en los días de competición náutica de la Copa América, la Fórmula 1 de los mares.
Daniel Ibañez, director del IAAC: “El diseño del pabellón no es sólo un símbolo de innovación arquitectónica, sino también un testimonio del compromiso compartido por Acciona Energía y el IAAC con la innovación, la ecología y la circularidad. Al incorporar palas de aerogeneradores reutilizadas, materiales naturales como la madera, que absorbe carbono, y un diseño avanzado basado en la circularidad, el pabellón se convierte en un demostrador activo del futuro de la arquitectura negativa en carbono”.
Autoconsumo fotovoltaico
Para reforzar el carácter sostenible de su pabellón, la compañía ha instalado paneles solares para autoconsumo en el edificio (una instalación de 12 kilovatios compuesta por 28 paneles fotovoltaicos), así como en el Centro Oficial de Hospitality, en el AC37 Club, y en la base del Emirates Team New Zealand, el equipo que ha resultado campeón por tercera vez consecutiva.
Grant Dalton, CEO de la America’s Cup: “Como evento global, la America’s Cup tiene que mostrar el camino no sólo en rendimiento deportivo, sino especialmente en sostenibilidad. Para lograr nuestros objetivos de sostenibilidad, necesitamos socios de confianza, y no hay duda de que Acciona Energía es uno de los líderes mundiales en energía limpia, como están demostrando en el evento con su pabellón de última generación que no sólo es neto cero, sino neto positivo”.
Embarcaciones propulsadas con hidrógeno
Además, la empresa española ha firmado un acuerdo con la organización de esta prestigiosa competición para convertirse en patrocinador de una la flota de cuatro barcos de persecución con ‘foils’ (hidroalas) ‘Chase Zero’ que, a diferencia de los barcos de competición, que se impulsan con el viento, están propulsados por hidrógeno verde.
Según explicó a Energías Renovables el piloto de una de estas embarcaciones, se trata de un barco de 10 metros de eslora total con capacidad para seis personas y una autonomía de entre 93 y 111 millas (150 a 180 km). El navío genera, aproximadamente, 440 kW de potencia máxima a través de un sistema de 400 CV alimentado por dos pilas de combustible de hidrógeno de 80 kW, y puede alcanzar una velocidad de crucero de 35 nudos (68 km/h) con una velocidad máxima superior a los 50 nudos (90 km/h). La propulsión se realiza a través de un motor fueraborda Mercury Bravo One incrustado en el interior de los ‘foils’.
En comparación, en las pruebas realizadas con una lancha de apoyo de 11 metros de eslora con motores fueraborda gemelos de 250 CV, se habrían usado 140 litros de gasolina por hora a una velocidad de 28 nudos (54 km/h), con un total de 825 litros en las seis horas que duran las celdas de hidrógeno.
Estos barcos, que se están utilizando por primera vez en la historia de la competición con el objetivo de impulsar el uso de esta fuente de energía renovable de cero emisiones en el sector náutico, sirven para transportar al personal VIP por el puerto y las inmediaciones del lugar donde los bólidos marinos compiten por alzarse con la Jarra de las Cien Guineas.
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