La prohibición viene marcada por la Directiva ErP (EC) 244/2009, cuyo objetivo es retirar las fuentes de luz ineficientes desde el punto de vista energético para favorecer el uso de tecnologías LED más eficientes y sostenibles, como parte del compromiso de la UE por reducir las emisiones de CO2 y su huella de carbono.
Desde Signify (anteriormente Philips Lighting) señalan que las lámparas halógenas "son extremadamente ineficientes en su uso de electricidad. De hecho, el consumo energético de las lámparas halógenas es aproximadamente 10 veces mayor que el de las lámparas LED". Las bombillas LED Philips, por ejemplo, duran hasta 15 veces más y usan hasta un 80% menos de energía en comparación con sus homólogas halógenas.
Las bombillas LED tienen, además, una vida media de 15 años, lo que las hace mejores para el planeta y nuestros bolsillos. Y los desarrollos técnicos permiten disponer ahora de una amplia gama de opciones en lo referente a LED, ofreciendo todo un abanico de diseños y temperaturas de color para personalizar cualquier hogar.
En un primer momento, la normativa afectará principalmente a los fabricantes de lámparas y distribuidores. La nueva Directiva ErP se aplica exclusivamente a la fabricación y “colocación de los productos en el mercado” en todo el territorio de la Unión Europea. Esto significa, que, aunque las lámparas no están fabricadas en la Unión Europea, tampoco se podrán importar lámparas que hayan sido fabricas después del 31 de agosto de 2018, con lo cual el stock almacenado de lámparas halógenas con luz no direccional caerá a partir del 1 de septiembre de 2018, de manera continuada, hasta que se agoten todas las lámparas almacenadas.
Hay, no obstante, lámparas halógenas que quedarán excluidos de la regulación. Son las de uso especial, como las lámparas de horno que no pueden ser reemplazadas con tecnologías alternativas que ahorren energía.
Desconocimiento por parte de los consumidores
Un estudio realizado por Ledvance, revela que uno de cada dos consumidores en Europa desconoce esta prohibición y que el 67% ignora cuáles son sus consecuencias. De hecho, hasta un tercio de los encuestados todavía incluye en sus listas de compra viejas tecnologías de iluminación como lámparas halógenas (29%) o incandescentes (27%).
Los resultados del estudio internacional del consumidor solicitado por Ledvance muestran que en Europa el 54% de los encuestados nunca había oído hablar del inminente “adiós a las bombillas halógenas”. Si sumamos la cantidad de personas que escucharon algo al respecto pero que desconocían sus consecuencias, esa cifra aumenta en 13 puntos porcentuales al 67%. El 62% de los que no conocían la "prohibición” están en el grupo de edad de 50 a 60 años. Y el 57% que no había oído hablar de la próxima etapa de la prohibición, consideraba que su conocimiento sobre sistemas de iluminación era bueno o al menos adecuado.
Por el contrario, la conciencia sobre el tema en el grupo de edad de 18 a 39 años y entre aquellas personas con altos ingresos y altos niveles de educación es particularmente alta.