Yo siempre he dicho que el negocio de las instalaciones fotovoltaicas acabaría siendo patrimonio mayoritario de las empresas eléctricas de este país, ya que éstas tienen todos los mimbres para hacerse con este negocio, la marca, los clientes, y el capital suficiente para su desarrollo. Ahora que se atisba en el horizonte energético el negocio del autoconsumo, base de la generación distribuida, las grandes eléctricas no se pueden abstraer, dejando de participar en él.
Por ello, en los últimos días las grandes eléctricas se han lanzado a la compra del Sol, comprando la electricidad de origen solar de miles de pequeños productores con instalaciones menores o iguales a 100 kW, replicando el método utilizado de la tarifa eléctrica, a través de sistemas de cobertura financiera, por el que se paga algo menos de lo que a largo plazo recibiría el productor, pero asegurándose dichos productores con ello unos ingresos estables a lo largo del tiempo.
Por otra parte, van a tener lugar ya las primeras subastas de energía solar, por las que se permitirá vender este tipo de energía a plazo, directamente o a través de los representantes de las instalaciones. Esto ha sido posible con la colaboración del regulador financiero portugués (CMVM), del gestor de la Bolsa de Derivados de la Energía en la Península Ibérica (OMIP), y una de las principales eléctricas de este país, que ya ofrece con ello un precio estable al productor, “en un entorno, transparente, fiable y competitivo con el que puede reducir la volatilidad de sus ingresos”, creando incluso un índice específico para la producción de origen solar.
Decir que las eléctricas, también quieren introducirse en el negocio de mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas inferiores o iguales a 100 kW (o sea domésticas e industriales), dando un servicio básico limitado en horas de mano de obra, que puede suponer entre un 1,5% y un 8% de los ingresos para las instalaciones más pequeñas, que no cubre el mantenimiento correctivo.
Y para finalizar, Iberdrola acaba de lanzar una “solución integral para potenciar el desarrollo de la energía solar fotovoltaica en España”, poniendo a disposición de sus clientes un paquete que incluye el “diseño, montaje y puesta en marcha de una instalación solar totalmente a medida, además de la financiación, asesoría, mantenimiento, gestión y toda la energía de respaldo que necesite”. ¡Quién lo ha visto y quién lo ve!
En definitiva, las eléctricas ya han llegado a la conclusión de que la fotovoltaica es imparable, y han optado por formar parte del negocio, con lemas como “El Sol es una fuente inagotable de energía” y “Súmate a las energías renovables”. ¡Qué paradoja!
Atrás van a quedar los tiempos en que las eléctricas solamente se esforzaban en intensificar las barreras regulatorias, a la espera de un Real Decreto que impidiera un desarrollo explosivo de la energía solar fotovoltaica, ya que en los próximos 15 años, según la Plataforma Fotovoltaica Europea, los costes caerán nuevamente a la mitad de los actuales, o sea, por debajo del precio de mercado, y esto hará que incluso con impuestos al Sol, su desarrollo sea imparable, siendo por lo tanto un nuevo producto a ofrecer.
Queda claro, como he dicho, que para hacerse con este negocio, la marca, los clientes, y el capital suficiente son fundamentales, aunque no seas el más competitivo.