Durante los últimos días, se han estado dando unas señales inequívocas de que las perspectivas de la tecnología solar fotovoltaica en España, cada vez son mejores, y eso que el actual Gobierno no está siendo proclive a su resurgimiento. Pero es que aunque no se den las mejores condiciones regulatorias, el futuro de la fotovoltaica parece que vuelve a ser el futuro prometedor que comentábamos en los años 2006-2007, con una serie de acontecimientos innegables:
– La Directiva de Energías Renovables presentada en Bruselas
– El empuje del autoconsumo, con la creciente petición del espectro parlamentario pidiendo una metodología de peajes y cargos, más favorable, evitando cambios frecuentes y retroactivos.
– Las próximas subastas en 2017, para poder cumplir con el objetivo de energía de la UE en 2020.
– Las necesidades crecientes de esta tecnología en los sectores agrícola, agroalimentario e, incluso, acuícola.
– Y sobre todo la continua bajada de precios de las instalaciones en todo el mundo.
Es en ese último tema donde seguimos observando que la curva de experiencia de la fotovoltaica, lejos de llegar a un precio asintótico, sigue teniendo una caída constante, que le hace tener una competitividad con respecto a otras tecnologías tanto renovables como convencionales, tal y como se pueden constatar estos datos en la publicación de Bloomberg New Energy Finance, que nos decía que en una reciente subasta en Oriente Medio, la energía solar fotovoltaica se había convertido en la energía más barata de producir, con un coste de 1,65 M$/MW, mientras que la eólica suponía 1,66 M$/MW, aludiendo ya a la palabra política de moda del “sorpasso”.
Por otra parte y aunque se hablaba en este caso de Alemania, el Informe anual del Instituto Fraunhofer-ISE Photovoltaic Report 2016, nos relataba gráficamente la evolución de los Feed in Tariffs, observándose como la banda de costes de la fotovoltaica, estaba ya por debajo de los precios de la electricidad en los hogares y en la industria. Esperamos que el futuro nuevo informe de Creara (antigua Eclareon), sobre PV Grid Parity Monitor, nos corrobore también que la energía solar fotovoltaica continúa su avance hacia la paridad de red, del que ya dijo en el primer semestre de 2016, que es una realidad en el segmento comercial en Francia, Alemania, Italia y España, ya que en el estudio anterior nos detallaba que el coste de la generación fotovoltaica (LCOE) en el segmento comercial había disminuido en todas las ciudades analizadas, comparado con la situación de 2012.
Finalmente y dentro de esas continuas noticias de que el coste de la energía solar sigue cayendo a nivel mundial, la asesoría financiera Lazard en su informe LCOE 10.0 de diciembre de 2016, consideraba que los costes de la energía solar están cayendo más rápidamente que otras fuentes de energía (que para el caso de las grandes instalaciones ha disminuido un 11% hasta una banda de precios entre 46 y 61 dólares por megavatio-hora (MWh), coste inferior a todas las tecnologías de combustibles fósiles (el ciclo combinado de gas entre los 48 y los 78 $/MWh, las nucleares entre 97 y 136 $/MWh). Incluso se sitúa a la fotovoltaica muy poco más cara que la eólica terrestre, con un coste de entre 32 y 62 $/MWh.
Para el caso de la energía solar comercial e industrial en tejados, el coste es entre los 88 y los 193 $/MWh, y para la solar residencial de 138 y 122 $/MWh (con una caída del 26%), todo ello ayudado para las futuras instalaciones de autoconsumo, con la bajada continua de los costes del almacenamiento, que pueden llegar a hacer que el desarrollo de estos últimos segmentos se pueda ver muy reforzado.
Haciendo una analogía de la famosa frase del doctor Malcom (en la novela Parque Jurásico, de Michael Crichton) de que la vida se abría camino, podemos decir que la tecnología solar fotovoltaica se está abriendo camino, y que se va a producir el despegue definitivo de la fotovoltaica en España, al igual que en el resto del mundo.