El acuerdo, anunciado durante el evento "Accelerating Clean Technology Innovation and Deployment", es un compromiso global de los gobiernos y está diseñado para ampliar la implementación de políticas climáticas y estimular las asociaciones público-privadas y la colaboración entre países en los sectores del acero, el hidrógeno, la energía y el transporte. Esta es la primera vez que el hidrógeno y el sector del acero (cuyas emisiones se consideran difíciles de reducir), ocupan un lugar central en las negociaciones.
La Glasgow Breakthrough Agenda establece una visión común para cada sector y una serie de iniciativas que los países pueden elegir para firmar, lo que implica desarrollar la legislación nacional necesaria para ponerlas en marcha. Asimismo, pide a las agencias internacionales de energía (IEA e IRENA) y a los Campeones del Clima de Alto Nivel, que lleven a cabo una investigación en cada sector en la que se muestren las necesidades y los avances anuales hacia el objetivo perseguido. Falta, sin embargo, detallar cómo se responsabilizará a los firmantes del compromiso adquirido.
Glasgow Breakthroughs cubre las siguientes aspiraciones:
• Energía. La meta es que que la energía limpia sea la opción más asequible y fiable en todo el mundo para 2030. Actualmente, el sector energético es responsable del 17,5% de las emisiones mundiales. Un reciente informe de la AIE sobre el sector eléctrico en los países del G7 concluye que estos países podría alcanzar el nivel cero neto de emisiones en la totalidad de este sector para 2035. Mientras tanto, habrá que realizar inversiones clave en los países en desarrollo para que puedan superar las vías sucias que han aprovechado los países desarrollados y cumplir los objetivos de París.
Según datos del gobierno británico, el sector energético puede crear 13,8 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, para lo cual se necesitan 15,4 billones de dólares en inversiones.
• Transporte por carretera. El objetivo en este caso es que los vehículos con cero emisiones sean la nueva norma en 2030. El transporte representa a día de hoy una quinta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, de las cuales el 89% corresponde al transporte por carretera. En consecuencia, la electrificación del transporte por carretera es un paso clave para reducir a la mitad dichas emisiones en esta década y lograr estabilizar el calentamiento global en 1,5ºC. Los vehículos eléctricos actuales, con el mix energético disponible, pueden reducir las emisiones de su ciclo de vida en más de un 50% en comparación con los vehículos convencionales. Estos beneficios mejorarán a medida que la red eléctrica mundial se base, fundamentalmente, en energías renovables.
Josh Miller, director del Centro de Modelización ICCT, afirma que "esto requeriría reforzar significativamente las políticas para los vehículos de cero emisiones antes de 2030 y trabajar para poner fin a la venta de coches y furgonetas con motores de combustión en los principales mercados para 2035 y a nivel mundial para 2040, y hacer lo mismo para 2040 y 2045 para los camiones."
• Acero. El acero con emisiones de carbono casi nulas es la opción preferida en los mercados mundiales para 2030 o antes. Los países firmantes de la Glasgow Breakthrough Agenda
representan el 32% de la producción mundial de acero. EEUU y la UE ya han suspendido los aranceles sobre el acero de bajo contenido en carbono y ahora se espera que Washington y Bruselas sigan avanzando en la eliminación de los aranceles para los productos limpios para incentivar la descarbonización; esto podría considerarse como un mecanismo de ajuste en la frontera de las emisiones de carbono, diseñado para igualar las condiciones de los que adoptan medidas climáticas y dificultar las de los que no lo hacen.
Responsable de más del 7% de las emisiones de carbono en todo el mundo, el acero ha sido calificado como difícil de reducir durante mucho tiempo. La industria ha comenzado a dar pasos tímidos hacia la descarbonización, pero debe acelerarse para no superar los 1,5ºC de calentamiento. Esto requerirá nuevas políticas, inversiones masivas y señales de demanda, como este compromiso de Breakthrough. Y políticas concretas a nivel nacional para acelerar la transición.
• Hidrógeno. Se busca que el hidrógeno renovable y asequible esté disponible en todo el mundo en 2030 o antes. En 2019, el 98% del hidrógeno producido fue producido con combustibles fósiles, de manera que el H2 representó ese año alrededor del 3% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Aunque muchos gobiernos están expresando su ambición para lograr una economía del hidrógeno, se necesitan medidas concretas para ampliar el hidrógeno "verde"; el obtenido a partir de energías renovables, y asegurarse de que este gas limpio sea asequible y esté disponible para desplazar el hidrógeno contaminante de origen fósil.
Según Bloomberg, el hidrógeno verde ya será más barato que el hidrógeno azul (fabricado a partir de gas natural + CCS) en 2030. Cualquier compromiso con el hidrógeno "azul" sería una distracción arriesgada a corto plazo hasta 2030.
El Gobierno británico afirma que, conjuntamente, los sectores del acero, el hidrógeno, la energía y el transporte pueden crear 20 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, añadir alrededor de un 4% del PIB mundial adicional y suponer 16,7 billones de dólares de inversión para 2030 en las economías emergentes y avanzadas.