El acuerdo ha sido anunciado esta mañana y se produce en un momento en el que los científicos han advertido que las emisiones de carbono de los combustibles fósiles se están recuperando a niveles cercanos a los de la pre-pandemia e incluso podrían aumentar aún más en 2022.
El documento, recogido por Europa Press, incluye una declaración de transición del carbón a las energías limpias que compromete a los países firmantes a poner fin a todas las inversiones que contemplen la apertura de nuevas plantas de generación de energía con este combustible y apostar por el impulso de las energías limpias. También contempla eliminar gradualmente la energía del carbón en la década de 2030 en las principales economías, en la década de 2040 para el resto del mundo, y garantizar que el cambio de la energía del carbón sea justo y beneficie a los trabajadores y a las comunidades.
El gobierno británico ha detallado que, entre los países que se han adherido a la declaración, se incluyen 18 que se han comprometido a eliminar gradualmente y/o no construir o invertir en nuevas energías que utilicen carbón, como Polonia, Vietnam y Chile. Además, otros 28 países se han adherido a una "antigua alianza del carbón", liderada por los británicos, para eliminar gradualmente el uso de este combustible fósil, el más contaminante.
Sin embargo, no existe ningún compromiso por parte de los grandes emisores, como China, Estados Unidos, India y Australia, para dejar de aumentar el uso del carbón ni tampoco sobre la eliminación gradual de otros combustibles fósiles. En declaraciones a la BBC, el secretario de Negocios británico, Kwasi Kwarteng, ha declarado que, pese a ello, se "están logrando avances", subrayando que los países que no han suscrito el acuerdo "también están participando en las negociaciones". Respecto a China, Kwarteng ha recordado que el país asiático ya se comprometió anteriormente a no invertir en la minería de carbón en el extranjero.
El jefe de la delegación española de Greenpeace en la COP26, Juan Pablo Osornio, cree que la declaración de hoy adolece, en cualquier caso, de "poca ambición" y señala que se necesita un plan para acabar con el carbón para 2030 a más tardar en países como Polonia y Alemania, además de "un compromiso sólido" de todos los gobiernos para poner fin de inmediato a los nuevos proyectos de carbón, petróleo y gas.
Acabar con la era del carbón
Los expertos estiman que desde que se aprobó en 2015 el Acuerdo de París, ha habido un recorte del 76 por ciento en el número de nuevas plantas de carbón planificadas y una cancelación de 1.000 GW en estas instalaciones, lo que equivale a 10 veces la capacidad total de generación de electricidad de Gran Bretaña. Pero hay que hacer mucho más y más deprisa.
El pasado mes de mayo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió de que la inversión en nuevas plantas y minas de carbón, así como en nuevos proyectos de petróleo y gas, debía detenerse a partir de 2021 para abordar de manera efectiva el cambio climático y lograr el objetivo de que el calentamiento no supere los 1,5 grados.