Laura Williamson, de REN21, oradora principal en el evento, centró su intervención en la necesidad de la transformación a escala global no solo de la electricidad, sino del sistema energético en general, de manera que se acelere también la integración de las renovables en los sectores de calefacción, refrigeración y transporte. Destacó, además, la necesidad de eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, la adopción de la fijación de precios del carbono y la armonización de las políticas entre sectores, así como la necesidad de profundizar en el importante papel de las ciudades en el proceso de descarbonización.
En representación de la Sociedad Internacional de Energía Solar (ISES), José González Aguilar centró su intervención en la importante reducción de los costos de la generación con energía renovable, especialmente en el caso de la solar fotovoltaica, y en las oportunidades que existen para la calefacción y refrigeración solar, junto con la electricidad solar para los sectores del transporte.
Marit Brommer, de la Asociación Internacional de Geotermia (IGA), instó a los delegados a orientar el debate hacia los sectores no eléctricos y a promover medidas políticas para los sectores de calefacción y refrigeración geotérmica. Brommer subrayó, asimismo, el relevante papel de esta tencología, y las renovables en general, para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU. En especial el 7 (energía asequible y no contaminante para todos).
El representante de la Asociación Internacional de Energía Hidroeléctrica (IHA), Mathis Rogner, pidió a a los responsables de la formulación de políticas aumentar la ambición de sus compromisos nacionales, y dijo que se espera que la contribución de la energía hidroeléctrica crezca sustancialmente a nivel mundial. Juntas, las tecnologías hidroeléctricas y renovables generan beneficios mutuos y aumentan la resiliencia, afirmó.
Remigijus Lapinskas, de la Asociación Mundial de Bioenergía, se lamentó de que el mundo se esté alejando de los objetivos de París hacia un punto de no retorno. La bioenergía, destacó, ofrece opciones sostenibles y renovables para los sectores de la calefacción y el transporte; y los residuos agrícolas podrían ser la próxima revolución en el sector de la bioenergía.
En el coloquio posterior, Stefan Gsänger, secretario general de la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA), comentó: "Evidentemente, la COP25 de Madrid no ha conseguido lo que nos hubiera gustado. Esto subraya la necesidad de actuar sobre el terreno, a nivel local y nacional. Junto con el nuevo movimiento climático, la comunidad de las energías renovables está preparada para reforzar el impulso que se necesita con urgencia y para dar los pasos necesarios para un mundo de energía 100% renovable".
El mensaje final de los penalistas a los responsables políticos reunidos en Madrid fue:
- Esforzarse por aumentar la penetración de las energías renovables en la red eléctrica.
- Liderazgo en instrumentos de política hacia el sector energético que vayan más allá de la electricidad.
- Los mercados recompensan la flexibilidad del sistema eléctrico
- Dejar de financiar y subvencionar los combustibles fósiles y aumentar las inversiones en tecnologías de energías renovables.
Todos los panelistas destacaron, además, la importancia de que todas las partes interesadas en las energías renovables –REN Alliance, REN21, IRENA, etc.– trabajen juntas para promover una combinación de energías 100% limpias.