Ence acaba de anunciar que su planta de 50 MW que construye en Huelva “operará con las mejores técnicas disponibles recomendadas por Europa para el transporte, almacenamiento y producción de energía eléctrica con biomasa, algo que ha sido fundamental para que el estudio de impacto ambiental del proyecto concluyera que es poco significativo y compatible”. Entre esas mejoras destacan el sistema de reducción de óxidos de nitrógeno (NOx) denominado de “reducción selectiva no catalítica”, que baja a la mitad la cantidad de NOx presente en los gases de combustión de la caldera.
También citan como relevante la tecnología de la caldera, de lecho fluido, “que permite una combustión de la biomasa homogénea a temperaturas moderadas, reduciendo el contenido de oxígeno en el hogar, factores que favorecen la minimización de las emisiones en general”. El uso de gas natural en los quemadores y el sistema de depuración de los gases de combustión a la salida de la caldera, encargado de controlar la emisión de partículas, también son citadas, entre otras, como “mejores técnicas disponibles”.
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