El pasado 19 de diciembre, el Boletín Oficial de Castilla y León publicó la Autorización Ambiental Integrada de la futura planta de biomasa de Ence en Melgar de Fernamental (Burgos). Para la compañía, se trata de un paso fundamental para consolidar el proyecto de construcción de su primera planta en la región. La instalación tendrá una potencia de 20 MW, “suficientes para atender la demanda de energía eléctrica de una población de 145.000 personas durante un año”, apostillan desde Ence.
La compañía afirma que el desarrollo de la planta “culminará con el registro en el Ministerio de Industria y el cierre de la financiación con algunas de las más importantes entidades financieras españolas”. Recuerdan, además, que se encuentran en trámites administrativos, permisos, autorizaciones ambientales, etcétera, tres plantas más, una de ellas también en Castilla y León, en Villaturiel (León).
En total, las dos plantas de biomasa de Ence en esta comunidad autónoma precisarán de una inversión industrial de 130 millones de euros y una forestal, en cultivos energéticos en torno de treinta millones de euros. La compañía estima que ambas instalaciones generarán “cuatrocientos empleos directos, de los cuales cuarenta serán empleos industriales y 360 se dedicarán a la actividad agrícola-forestal en zonas rurales, que se benefician del aumento de la riqueza local. Adicionalmente, la gestión de estas plantas permitirá, según expertos del sector, generar otros 360 empleos inducidos”.