El Puerto de Rotterdam, en Holanda, no solo es la vía principal de entrada y salida de biocarburantes de Europa, también es punto neurálgico de almacenamiento y producción. El puerto gestionó 5,9 millones de toneladas el pasado año, frente a las 4,75 millones de 2011, por lo que su rendimiento creció un 24 % en 2012. El responsable principal de esta subida fue el biodiésel, que pasó de 2,4 millones de toneladas a 3,9 millones. De ellas, 2,1 millones corresponden a importaciones y 1,8 a exportaciones.
Indonesia, Singapur y Malasia, con 900.000 toneladas, fueron los principales exportadores de biodiésel hacia Rotterdam. Desde Puerto de Rotterdam explican que la mayoría de las importaciones del procedente de Argentina recalaron y se descargaron antes en Venezuela y España, y añaden que desde la nacionalización de YPF-Repsol se redujeron dichas importaciones a nuestro país.
Los buenos números del biodiésel compensan los malos del bioetanol, ya que el comercio de este se redujo en un 17%, hasta las 1,4 millones de toneladas (1,7 millones en 2011). En este caso, Puerto de Rotterdam lo achaca en gran parte al descenso de la cantidad procedente de Estados Unidos, que se redujo en más de un tercio. Sin embargo, destacan el incremento en 100.000 toneladas de las exportaciones, principalmente con destino al Reino Unido. En el repaso histórico destaca que en apenas diez años (2002-2012) se ha pasado de comerciar con 200.000 toneladas (todas de bioetanol) a 5,9 millones (la mayoría de biodiésel).
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