Hace unos quince días Europa Press informaba sobre la colaboración entre Audi y la empresa de biotecnología francesa Global Bioenergies para la promoción conjunta de biocarburantes. El viernes pasado Elcorreo.com ampliaba esta noticia asegurando que el acuerdo entre ambas compañías consiste en desarrollar una tecnología que utiliza “bacterias modificadas genéticamente para convertir materia orgánica –restos de plantas, sobre todo– en isoctano, uno de los principales componentes de la gasolina”.
Global Bioenergies lleva tiempo trabajando con esta tecnología, y gracias al acuerdo con Audi la puede desarrollar ahora pensando en una escala comercial. La tecnología consiste en producir primero isobutano a partir de la digestión realizada por las bacterias modificadas para luego convertirlo en isoctano. Según Global Bioenergies, ya está en marcha la construcción de dos plantas que permitirán obtener unos 100.000 litros al año.