El vínculo de Sener con la biomasa se ha establecido siempre con Energía y Celulosa (Ence). A pesar de que no se renovó el contrato de operación y mantenimiento de la central de producción de electricidad de Mérida, que contó con el diseño y construcción de Sener, ahora la empresa gallega vuelve a confiar en la ingeniería y constructora para llevar adelante la planta de Huelva.
De nuevo, como citan ambas compañías, “el contrato se ha firmado bajo la modalidad de llave en mano, que incluye el diseño, suministro, construcción y puesta en marcha de la planta, así como la operación y el mantenimiento durante los primeros años de operación”. Ninguna de las dos especifica cuántos años. En Mérida fueron dos.
Subproductos agrícolas y ganaderos de proximidad
Ence recuerda que “la nueva instalación consistirá en una central de generación eléctrica mediante biomasa de proximidad de subproductos agrícolas y forestales. Con una potencia eléctrica nominal bruta de 40 megavatios, será una de las mayores plantas de energía renovable con biomasa de baja emisión y alta eficiencia de España”.
En septiembre la propia Ence anunciaba que la delegación de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Huelva de la Junta de Andalucía le había comunicado “la autorización ambiental integrada” para dicha instalación. Se estima que la planta entre en funcionamiento en el tercer trimestre de 2019.
Innovación en recepción, preparación y almacenamiento de la biomasa
Explican que dada la variedad de tipos de biomasa que se utilizará, se incorporará un avanzado sistema de manejo del combustible, tanto en la recepción como en la preparación y el almacenamiento”. Insisten también en que contará “con los mejores sistemas de combustión y de tratamiento de gases” para cumplir con “los exigentes límites de la nueva normativa europea BREF (Best Available Techniques Reference)”.
Desde Sener afirman que han “diseñado un ciclo termodinámico de alta eficiencia, regenerativo y con recalentamiento, que incluye una caldera con recalentador y una turbina con dos cuerpos, de alta y de baja presión, así como varias extracciones”. Confían en que, como en el caso de Mérida, se supere el 35 por ciento de rendimiento bruto, que “permitió que en su primer año de operación comercial alcanzara una disponibilidad equivalente de 8.025 horas de funcionamiento, superando las expectativas del cliente”.