Según las directivas europeas que hacen alusión al uso de residuos para producir nuevos materiales, la jerarquía en dicho uso, también denominada en cascada, coloca a la valorización energética en penúltima lugar, justo delante de la eliminación o vertedero. Antes prevalecen la prevención, el reciclado y la reutilización en diferentes formas, por ejemplo, en el caso de los residuos agrícolas, enmiendas orgánicas para el suelo y camas de animales de granja. Esta jerarquía ha suscitado numerosas controversias en torno a las iniaciativas políticas sobre bioeconomía de la UE.
La producción de biocombustibles, aunque se cita, no será la principal línea de salida de la biorrefinería de BIOrescue, proyecto en el que participan once socios, entre empresas y centros tecnológicos y de investigación, de ocho países europeos. El objetivo principal es “desarrollar y demostrar un innovador concepto de biorrefinería basado en el uso en cascada del residuo de las champiñoneras suplementado con paja de trigo y otras materias primas lignocelulosicas estacionales, como residuos de poda, pieles de cítricos, etcétera”.
Menos enzimas para una hidrólisis enzimática más efectiva
El proyecto está coordinado por el Departamento de Biomasa del Cener y además cuenta con la participación de Zabala Innovation Consulting y una financiación (2,6 millones de euros) de la BBI-JU (Bio-Based Industries Joint Undertaking) del Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. Según el Cener, los técnicos del Departamento de Biomasa trabajan “no sólo coordinando el proyecto, sino que además se encargan de liderar la tarea de realizar el fraccionamiento del residuo de las champiñoneras con el objetivo de valorizar cada una de las fracciones generadas”.
Desde BIOrescue enumeran también los objetivos específicos que intentan alcanzar, como una reducción del 20% del coste global en la etapa de la hidrólisis enzimática y otro 20% de mejora en la eficiencia de uso de recursos gracias a la disminución de tiempos del proceso de la propia hidrólisis y las cantidades de celulosa y enzimas. Esto daría unas características especiales a los productos derivados de la biorrefinería que esperan que el mercado esté dispuesto a valorar y pagar.