En 2015 separaban a Asia de Europa más de 6.000 megavatios. Un año después la distancia llega escasamente a los 1.500. Esta es la diferencia de potencia eléctrica instalada con biomasa (sólida, líquida y biogás) que separa a los dos continentes con mayor capacidad y que en 2016 sumaban en todo el mundo 109.731 megavatios.
Asia cuenta con 35.249 megavatios y Europa, con 36.954, según uno de los datos extraídos del último informe de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena): «Estadísticas de capacidad renovable 2017». Otro informe de varios organismos, entre los que se encuentra el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, advierte no obstante de que sigue siendo Europa la que acaparó las inversiones en proyectos más grandes, como los de MGT Power, en Inglaterra, y Hofor, en Dinamarca.
Las Estadísticas de Irena confirman esa mayor cercanía entre Asia y Europa, que en solo un año (entre 2015 y 2016) se ha reducido en casi 4.000 megavatios. De los 8.623 megavatios totales instalados en 2016, 6.000 se quedaron en Asia, mientras Europa solo sumó 1.500. India, con 3.580 megavatios, fue el país que más creció, pasando de 5.605 a 9.185.
El tercer continente en discordia es América, que el informe de Irena trocea en Norteamérica, América Central y el Caribe y Suramérica. Con 33.604 megavatios acumulados no presenta en ningún caso datos significativos en cuanto a la potencia añadida en 2016, más allá de los casi novecientos megavatios que suma Brasil.
Brasil crece, EEUU se estanca
El país asiático con mayor potencia instalada es China (12.140 megavatios), que ocupa el tercer lugar mundial, solo superado por Brasil (14.179, la mayoría asociadas a la industria de la caña de azúcar y la valorización del bagazo de esta) y Estados Unidos (12.458). Este último sumó en 2016 tres megavatios testimoniales, y lleva estancado en cifras similares desde 2013.
Aunque Europa ocupa el primer puesto a escala continental, Alemania, el cuarto país mundial en discordia, queda algo alejado del terceto de cabeza con 9.336 megavatios (5.000 de ellos con biogás), y con India ya muy cerca. En el mismo continente, en el caso español se nota el parón en la biomasa eléctrica debido a la desaparición de las primas a instalaciones nuevas, ya que se mantiene estancado en torno a los 1.018 megavatios desde hace tres años, la mayoría concentradas en plantas con biocombustibles sólidos (794).
De Europa, aparte de los números de Alemania, destacan el crecimiento del Reino Unido (de 4.700 a 5.000 megavatios), donde, aparte de centrales de nueva construcción como la de MGT Power, en Tees, se unen las de co-combustión con carbón o directamente de conversión de carbón a biomasa. Suecia, con 4.893 megavatios, es el tercero en Europa.
Biocombustibles sólidos a la cabeza
Otro dato interesante que aporta este año el informe estadístico de Irena es que por primera vez contiene cifras específicamente para energías renovables fuera de la red. Muestra que “la capacidad de electricidad renovable fuera de la red alcanzó los 2.800 megavatios a finales de 2016”.
“Aproximadamente el 40 por ciento de esta electricidad se suministra con energía solar y el diez por ciento con hidroeléctrica. La mayoría del resto proviene de la bioenergía”, destaca el informe, aunque sin especificar el porcentaje. “Se estima que en todo el mundo, hasta sesenta millones de hogares, o 300 millones de personas, reciben servicios y se benefician de electricidad renovable fuera de la red”, apostillan.
La gran mayoría de la capacidad eléctrica instalada se corresponde con los biocombustibles sólidos y lo que Irena denomina residuos renovables (91.667 megavatios), que a su vez se dividen en bagazo (22.103), residuos municipales renovables (15.521) y otros biocombustibles sólidos (54.043).
Más de ocho de cada diez megavatios instalados en el mundo se corresponden con biomasa sólida. Los otros dos restantes llegan sobre todo del biogás, con una aportación testimonial de los biocombustibles líquidos.
Bagazo, Top 1 en biomasa sólida
Asia le toma directamente la delantera a Europa entre la biomasa sólida (34.050 megavatios frente a 24.206), sumando ambos continentes más de la mitad de la potencia mundial. Sin embargo, América sobrepasa en este punto a los dos, debido principalmente a la capacidad que suman Brasil, con 13.701 megavatios, y Estados Unidos, con 9.865. Aquí China (11.790 megavatios) pierde el primer puesto mundial a favor del país suramericano.
La Agencia Internacional de las Energías Renovables ha destacado en varias ocasiones la importancia del bagazo, y, de hecho, es al único biocombustible diferenciado al que le dedica un apartado. El veinte por ciento de toda la bioenergía eléctrica es atribuible a este subproducto del cultivo de caña de azúcar, que se acerca al 25 por ciento si se acota solo a la biomasa sólida. Es decir, uno de cada cuatro megavatios instalados en el mundo en este último apartado se abastece con bagazo.
Sin perder de vista a Argentina, Guatemala y Cuba
Los 10.874 megavatios de Brasil hacen palidecer cualquier cifra de otros países, aunque, en cuanto a crecimiento, quien volvió a batir marcas fue la India, que sumó mil quinientos megavatios, situándose como el segundo país en discordia con 4.500. También hay aportaciones relevantes entre otros países de Centroamérica y el Caribe, como Guatemala y Cuba.
En Brasil, según un estudio de la Unión de la Industria de Caña de Azúcar (Unica) con datos de la Cámara de Comercialización de Energía (CCEE), la biomasa generó cerca de 24.000 gigavatios hora (GWh) eléctricos. La procedente de caña de azúcar aportó el 89 por ciento y permitió colocar a la biomasa por delante del gas natural. También es importante destacar que la mitad del total instalado en India con biomasa sólida (9.000 megavatios), procede del bagazo.
En Suramérica, tras Brasil, y aunque a mucha distancia, el segundo país en importancia en producción de electricidad con bagazo es Argentina, que cuenta con 550 megavatios instalados. El Gobierno argentino quiere incrementar estos números y los de la biomasa en general a través del recientemente aprobado Programa para la Promoción de la Energía Derivada de Biomasa (Probiomasa). El objetivo central es incrementar su participación como fuente de generación de energía y sobre todo la procedente de residuos agrícolas donde, aparte del bagazo, cuentan con las cáscaras del arroz y la paja del trigo.
El cajón de sastre de "otros biocombustibles sólidos"
El apartado de “otros biocombustibles sólidos” conforma la mayor capacidad de generación eléctrica, con 54.043 megavatios, repartidos entre una gran variedad de materias primas procedentes de la agricultura y la silvicultura, que van desde los aprovechamientos forestales a los cultivos energéticos y otros residuos agrícolas y de la industria maderera.
El menor porcentaje se corresponde con los denominados residuos municipales renovables, con 15.521 megavatios, que hace referencia principalmente a la incineración de desechos orgánicos. En este último campo el dominador absoluto es China, con un tercio de la capacidad instalada, seguido a mucha distancia por Alemania (1.924 megavatios) y Japón (1.500).
Volviendo a los “otros biocombustibles sólidos”, Asia renueva su liderazgo, con 20.061 megavatios, aunque el país que ocupa el primer puesto es Estados Unidos, con 8.742. No obstante, estos números son los mismos que presentaba en 2013, lo que demuestra que el ritmo de instalación de plantas se ha estancado.
Los neumáticos usados no son biomasa
Según la patronal del sector en Estados Unidos, la Biomass Power Association, la materia prima principal de estas plantas es la madera. Sin embargo, la quema de biocombustibles en las centrales de este país queda muy difusa, porque en el caso de una de las principales empresas, ReEnergy (cuenta con seis plantas y 225 megavatios), además de madera de diferentes procedencias, incluye neumáticos usados, que no pueden ser considerados como biomasa al contener, además de caucho natural, caucho sintético, metales pesados procesados como zinc y cadmio, aceites minerales e hilos de acero.
Por otro lado, la central con mayor capacidad de Estados Unidos, la de Virginia City Hybrid Energy Center, de 117 megavatios, funciona en co-combustión con carbón, por lo que el primer puesto para una que realmente sea cien por cien de biomasa lo ocupa la de Southern Power Company, en Sacul, Texas. Esta central, conocida como Nacogdoches Generating Facility, cuenta con 115 megavatios abastecidos con madera.
En Europa manda la biomasa forestal
A pesar de estos números de Estados Unidos, y sumando los del resto de América, el continente que sigue a Asia en potencia instalada es Europa, con 18.580 megavatios. Aquí vuelve a dominar la materia prima de origen forestal, en especial en forma de pélets industriales con destino a las macrocentrales del Reino Unido, Finlandia y Dinamarca, muchas de ellas procedentes de reconversiones de térmicas de carbón. Suecia, con 3.830 megavatios ocupa el primer puesto, seguida del Reino Unido (2.900), Alemania (2.075) y Finlandia (1.924).
El citado informe «Tendencias globales de inversión en energía renovable 2017», en el que participan el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Centro de Colaboración Frankfurt School-UNEP y Bloomberg New Energy Finance (BNEF), a la hora de valorar la estabilidad de la inversión en biomasa (se mantiene en 6.800 millones de dólares) cita dos nombres propios europeos de cara a mantener este ritmo de inversión.
Por un lado está Tees, en Inglaterra, de 299 megavatios y propiedad de MGT Power, que al principio contó con Abengoa para su construcción y ahora lo ha retomado otra compañía española, Técnicas Reunidas. Por otro está Amager, de 150 megavatios, en Dinamarca, propiedad de Hofor.
Idilio de la biomasa eléctrica italiana con el aceite de palma
El caso de los biocombustibles líquidos es testimonial a escala global, pero muy significativo al nivel de un país, Italia. Con mil megavatios reúne la mitad de lo instalado en todo el mundo, llamando también la atención los 576 de Suecia. Realmente, los datos del gestor energético italiano, Gestore Servizi Energetici (GSE), le otorgaban en el informe sobre la penetración de las energías renovables en Italia de 2014 algunos megavatios más: 1.027.
Más de 150 centrales de producción de electricidad con biocombustibles líquidos están repartidas por todo el país, aunque especialmente destacan tres regiones: Puglia, Emilia Romagna y Campania. Existe incluso una asociación sectorial en este ámbito, que tiene que bregar sobre todo con recientes críticas al uso masivo de aceite de palma en estas centrales. Los aceites vegetales son la principal materia prima que se utiliza, y según los datos del GSE de 2014, de las 954.000 toneladas empleadas, más de 735.000 procedían de palma aceitera de Malasia e Indonesia.
El biogás manda en Alemania
Si el protagonista absoluto entre los biocombustibles líquidos es Italia, en el apartado del biogás le toma el relevo Alemania, que con 5.100 megavatios aporta casi la mitad de la capacidad instalada en Europa y casi un tercio de la mundial. Los informes periódicos que presenta la Asociación Europea del Biogás (EBA, en sus siglas en inglés) confirman este liderazgo, si bien los datos de 2015 de esta le otorgan 3.723 megavatios.
En cualquier caso, de las 17.376 plantas de biogás que había en el continente en 2015, 10.846 están en Alemania. Es decir, seis de cada diez plantas europeas están ubicadas en este país.
Tras Alemania, aparecen el Reino Unido (1.667 megavatios) y de nuevo Italia (1.387). Los números de España, con 224 megavatios y gracias a la aportación de las plantas de depuradoras de aguas residuales y de vertederos, difieren también notablemente de los aportados por la EBA para 2015, que cifraba la capacidad en 175 megavatios.
Fuera de Europa llaman la atención los 2.438 megavatios de Estados Unidos. Según datos del American Biogas Council (ABC), dicho país cuenta con más de 2.200 puntos de producción de biogás, que se reparten entre 259 plantas en granjas principalmente ganaderas, 1.269 en depuradoras, 39 asociadas a la industria alimentaria y 652 en vertederos. Desde ABC añaden que el potencial de crecimiento es enorme, y citan que existen 13.500 potenciales enclaves para ampliar el número de instalaciones, especialmente en granjas de vacuno y cerdos, que en total suman 8.241 de esos enclaves.
Cuadro 1
Megavatios que bailan
Irena ajusta continuamente los datos referidos a la producción de electricidad con energías renovables, y en concreto con diferentes tipos de biomasa. La agencia siempre advierte de la variedad de fuentes de procedencia de esos datos, que incluyen el cuestionario que manda desde la institución, las estadísticas oficiales, informes de las asociaciones de cada sector y otros informes y noticias. Esto lleva a que muchas cifras de la bioenergía aparezcan con el apéndice “e”, de estimados por Irena.
Se explica así que en ese ajuste continuo, en el informe de 2016, para 2015 aparezcan 101.108 megavatios en el global de la bioenergía; cuando en el del pasado año 2015 tenía 103.530 megavatios. Casi todos los años desde que se realizan las estadísticas aparecen en el último informe con una media de entre tres mil y cuatro mil megavatios menos.
