Los promotores del cambio de gasóleo a biomasa (Cabildo, EREN y Fundación Caja Madrid), afirman que se trata del primer edificio de estas características que dispondrá de una fuente bioenergética para su calefacción. El cambio era necesario afrontarlo, no solo por cuestiones de índole ambiental si no principalmente por el deterioro del interior de la iglesia, que presentaba muros y columnas ennegrecidas, con un aspecto denominado “piel de mugre”, provocado por el sistema de combustión del gasóleo.
Caldera de biomasa y restauración general
Según información de El Diario de León, el proyecto contempla la adecuación de los conductos y la eliminación de la caldera contaminante de gasóleo, que tanto ha deteriorado el templo, y su sustitución por una de biomasa. Durante el pasado verano ya se limpiaron los muros interiores y se espera que este invierno comience a funcionar el nuevo sistema de calefacción.
El cambio de caldera se engloba en un proyecto de restauración mayor que conlleva la inversión de 4,2 millones de euros, de los cuales dos millones los aporta la Fundación Caja Madrid. El principal objetivo de este proyecto, según dicha fundación, se dirige a solucionar los problemas de conservación y de carácter museológico y museográfico del panteón real y del conjunto en general.