Para la primera fase se pretende llegar a los 14,5 megavatios instalados y dará principalmente servicio de calefacción y agua caliente sanitaria a uno de los barrios más emblemáticos de Pamplona, la Txantrea. La red de calor de biomasa forma parte de un proyecto de rehabilitación integral y regeneración urbana de dicho barrio, denominado Efidistrict y financiado por el Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) 2014-2020 de Navarra.
En mayo de este año, cuando Nasuvinsa y Engie dieron a conocer la adjudicación de la construcción y explotación a esta última, se afirmaba que “la utilización de la biomasa forestal como fuente renovable de origen local, la introducción de la eficiencia energética en la rehabilitación de edificios o la reducción en un ochenta por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero son algunos de los factores que convierten a la central de calor de la Txantrea en un proyecto pionero en el Estado”.
Otra de las particularidades que se destaca es el carácter público-privado del proyecto. La infraestructura implica una inversión total de más de 12,5 millones de euros, de los que Nasuvinsa invertirá 6,5 millones en la obra civil, urbanización y redes de distribución, con una cofinanciación del 50% procedentes Feder. “El resto de la inversión –otros seis millones en dos fases- correrá a cargo de Engie como concesionaria de la central por un período de 25 años”, apostillas desde la compañía.
Noventa por ciento biomasa; diez por ciento gas
Según una información extraída de su página web, Engie cuenta con más de cincuenta grandes instalaciones de producción de electricidad repartidas por Europa, Estados Unidos y Brasil, que consumen al año más de dos millones de toneladas de biomasa procedente de diversas fuentes.
En el caso de la red de calor de la Txantrea se utilizará biomasa forestal “de origen cercano y de explotación sostenible” en un noventa por ciento, ya que habrá una central de apoyo que cubrirá el restante diez por ciento con gas. Según Engie, se hace “como alternativa para cubrir los principales picos de demanda”.
Aparte de al barrio de la Txantrea de Pamplona, se espera que cuando estén consolidadas las dos fases de la construcción y puesta en funcionamiento, también llegue a dos municipios colindantes: Burlada y Ansoain. Engie asegura que con la red se eliminarán varios puntos dispersos de emisiones pegados a las casas y “se liberará a los edificios de equipos propios, evitando ruidos, vibraciones, tareas de mantenimiento, averías o reinversiones para reposición de maquinaria”.