Si se compara el dato de la electricidad basada en biomasa con el del año anterior, se ve que se ha producido un aumento del 10%. La biomasa analizada en el Boletín incluye la generación de los distintos combustibles, los principales derivados de la biomasa de caña de azúcar, residuos forestales y el licor negro presente en la industria del papel y la celulosa.
En cuanto a la oferta neta para el Sistema Interconectado Nacional (SIN) en 2016, según un estudio de la Unión de la Industria de Caña de Azúcar (Unica), en base a datos de la Cámara de Comercialización de Energía (CCEE), la biomasa generó cerca de 24.000 GWh, con un incremento del 6% en comparación con la oferta de 2015. La biomasa de caña de azúcar significó el 89% de la generación total de la también llamada bioelectricidad servida al SIN en 2016.
El gerente de Unica, Zilmar Souza, analizó que la actividad de la biomasa es estratégica. "Si se tiene en cuenta el crecimiento esperado para fuentes intermitentes como la eólica y la solar -dijo-, la generación de energía mediante biomasa es importante para la gestión compleja del SIN".
"Su producción es mucho más predecible a lo largo del año -juzgó-, la biomasa no se considera intermitente, con el beneficio de estar concentrada en el llamado período de sequía, crítico para el sistema de generación eléctrica, además de ser renovable y evitar emisiones al igual que sus hermanos, el viento y la solar".