Las emisiones de partículas en suspensión es uno de los cuestionamientos más directos que se le hace a la combustión de biomasa en calderas. La normativa europea cada vez es más estricta con los límites de emisiones de estos compuestos, y el diseño y certificación de calderas y biocombustibles sólidos busca cumplir con ellos. En esta línea se enmarca el proyecto Sirep, acrónimo de Sistema inteligente de retención electrostática de partículas.
El Grupo de Tecnologías Energéticas (GTE) de la Universidad de Vigo acaba de dar a conocer las principales conclusiones de esta iniciática aprobada dentro de la convocatoria de 2016 de Conecta Peme, sistema de ayudas de la Xunta de Galicia para la realización de proyectos de I+D+i con colaboración entre empresas y en áreas estratégicas.
El objetivo principal era identificar, diseñar, modelar y desarrollar un prototipo de filtrado óptimo y retención de partículas basado en tecnología electrostática para calderas de baja potencia. Desde la Universidad de Vigo explican que dicho objetivo se ha cumplido, tanto en el plano operativo del sistema como en el de los costes económicos asumibles para una instalación de tipo doméstico.
Búsqueda de financiación para desarrollar un modelo comercial disponible en dos años
David Patiño, investigador del GTE, recuerda que “el sistema de filtros electrostáticos para la retención de partículas no es algo nuevo en el mercado, es una tecnología conocida y con una alta difusión industrial, pero hasta la fecha no se utiliza en instalaciones de pequeña potencia debido a problemas económicos”.
"El desafío de este trabajo fue tratar de escalar estos equipos a pequeñas instalaciones con una economía de bajo costo, tanto en el desarrollo de la parte mecánica como la eléctrica, relacionadas con la fuente de alto voltaje”, asegura Patiño.
Dentro de los trabajos de Sirep se ha diseñado y construido un dispositivo piloto que se adapta a los equipos que se comercializan sin necesidad de modificar el diseño de la caldera. “La idea es que en un período de unos dos o tres años ya esté operativo en el mercado”, apuntan desde la Universidad de Vigo.
También reconoce el principal escollo para su desarrollo completo: la fuente de alto voltaje. Es en lo que se van a centrar ahora para culminar el proyecto, y para lo que están buscando una nueva financiación. En el proyecto concluido ahora, además del GTE, han participado Dinak, empresa especializada en el diseño y comercialización de chimeneas, Dos Más Dos, empresa experta en software de control de procesos, y ATI, centrada en electrónica y electricidad de control.