“Apoyo más decidido a la biomasa como fuente de energía, con una mayor participación en el mix energético nacional, porque es indispensable para poder cumplir con los objetivos medioambientales establecidos por la UE en 2050”. Javier Diaz, presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), expuso así en la inauguración del Congreso de Bioenergía en Cuenca, las peticiones realizadas al Gobierno, como ya lo hiciera hace unos días ante la celebración del Día de la Bioenergía de España.
Este nuevo foro de la biomasa, centrado en esta edición en las redes de calor para uso público, ha concentrado en la capital conquense a decenas de expertos y expertas de diferentes sectores: productores de biocombustibles sólidos, técnicos y políticos de Administraciones Públicas, personal de centros de investigación e instaladores y gestores de empresas de servicios energéticos, entre otros.
Como se adelantó tras conocer el censo de redes de calor con biomasa que presentó Avebiom, Díaz recuerda que “el objetivo de este congreso es facilitar el proceso de tramitación oficial de las redes de calor con biomasa, que es el principal “obstáculo con el que se encuentran los promotores de este tipo de instalaciones, debido a una lógica falta de información inicial por parte de los propios responsables y técnicos municipales, ya que en muchos casos no existen precedentes en los ayuntamientos”.
Muy importante para el medio rural
Por su parte, Francisco Martínez, consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha, mencionó la estrategia de biomasa aprobada este mismo año. Aunque fue aprobada con referencia exclusiva a la biomasa forestal en su título, Martínez ha incidido en hacerla extensible a los sectores agrícola y ganadero como “una manera de crear alternativas en el medio rural y afrontar con ello uno de los retos que tenemos que: la despoblación”.
El consejero ha reconocido que “me interesa más la parte del desarrollo rural asociada a la biomasa, por el compromiso que tenemos con la gentes que viven en los pueblos, que el cambio a una energía alternativa”. “Quiero que los agricultores sepan que en el aprovechamiento de los restos de podas de viñas, olivos, pistachos y almendros tienen también una posibilidad de ingresos”, apostilló Martínez.
15.000 toneladas al año de pélets con madera de pinos
A continuación se visitó la planta de pélets que la empresa Sunwood tiene en la pedanía conquense de Mohorte, asociada al que desde Avebiom citan como “el último aserradero público de España, que procesa la madera obtenida de los montes públicos del Ayuntamiento de Cuenca”. Astillas de pinos silvestre y laricio llegan a un planta que a pleno rendimiento (se inauguró este año) producirá 15.000 toneladas al año.
La siguiente parada, de nuevo en la ciudad de Cuenca, fue en La Casa del Agua, nombre de un centro deportivo que aúna gimnasio, piscinas y spa. En total, un millón de litros de agua que se mantienen en óptimas condiciones térmicas gracias a las dos calderas de 500 kilovatios que se alimentan con pélets. “Son de Burgos, pero nuestra intención es que provengan de la fábrica de Sunwood, ya que la tenemos tan cerca”, afirman los responsables de La Casa del Agua.
De las 3.595 estufas y calderas de Cuenca a los 30.000 metros cuadrados de Expobiomasa en Valladolid
Esta instalación es una de las 3.595 compuestas por estufas y calderas tecnológicamente avanzadas existentes en la provincia de Cuenca. Es un dato que también aporta Avebiom procedente del Observatorio de la Biomasa. En total, en Castilla-La Mancha había finales de 19.679, un 23 por ciento más que en 2016 y un punto por encima de la media de España. Además de las de Cuenca, hay 5.104 en Toledo, 4.323 en Ciudad Real, 3.554 en Guadalajara y 3.103 en Albacete.
Avebiom también ha aprovechado hoy para asegurar que tiene ya reservado el 80 por ciento de los 30.000 metros cuadrados de superficie de la feria Expobiomasa, que tendrá lugar los días 24, 25 y 26 de septiembre de 2019 en Valladolid. Según los organizadores, esto responde, a un repunte en el sector térmico, “debido a que los consumidores se están cansando de pagar un alto precio por los combustibles fósiles y no sólo económicamente, sino también medioambientalmente”, concluye Javier Díaz.