Los 10.477.848 euros que ha acordado hoy distribuir la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente en materia de adaptación y mitigación del cambio climático están dentro del marco de los planes de impulso al medio ambiente (PIMA) Residuos, Adapta Costas y Adapta Ecosistemas. El resto, hasta 16,3 millones, se lo reparten las áreas de influencia socioeconómica de los parques nacionales (tres millones); la adecuación a las normativas de residuos (1,8 millones) y actuaciones sobre biodiversidad (1,1 millones).
Dentro de los PIMA el que obtiene un mayor montante es el de Residuos, con
4.928.330 euros. Aunque sin concretar el desglose, la nota de prensa del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente afirma que se reparte en tres líneas: compost, aceites y biogás. Sobre esta última explican que va destinada tanto a la generación de biogás como a la incentivación de su utilización eficiente.
Fomento de la recogida selectiva de aceites y de su destino para biodiésel
La línea de aceites se orienta al “fomento de la recogida separada de aceites de cocina usados generados en el ámbito doméstico para destinarlo a la producción de biocombustibles para el transporte”. Por último, la del compost incentivará “la recogida separada de biorresiduos, el compostaje doméstico y comunitario y la construcción de instalaciones de compostaje de biorresiduos”.
El PIMA Adapta Costas (adaptar la costa española a los efectos del cambio climático) dispone de tres millones de euros y el PIMA Adapta Ecosistemas de 2,5 millones. Este último, indirectamente, también está relacionado con la bioenergía, ya que, antes de derivar residuos agrícolas para este fin se deberá tener en cuenta el compromiso adquirido por España en la cumbre del clima de 2015 de París dentro de la iniciativa 4x1.000.
Cumplir con la 4x1.000
Esta iniciativa está vinculada a los ámbitos de la seguridad alimentaria y el cambio climático y consiste en aumentar la capacidad de absorción de carbono de los suelos agrícolas en un 0,4 por ciento (de ahí lo de 4x1.000), que en muchas ocasiones se consigue devolviendo residuos leñosos y herbáceos a los cultivos de donde proceden.
Hace unos días, durante la presentación del “decálogo para la sostenibilidad de la biomasa como combustible” que realizó Ence en Madrid, Celsa Peitado, coordinadora de Agricultura y Desarrollo Rural de WWF España, recordó este compromiso a Ignacio Colmenares, consejero delegado de la compañía. Este, con anterioridad, había anunciado la disposición de Ence a utilizar solo biomasa agrícola residual para generar energía en sus plantas, considerando que hay recursos para ambos destinos: absorción de carbono y energía.