Según el anuario de estadística del Ministerio de Agricultura, la superficie aproximada de viñedo en Castilla y León supera ligeramente las 70.000 hectáreas. Según cálculos de Avebiom, el número estimado de cepas, teniendo en cuenta el marco según las diferentes arquitecturas de conformación o guiado (vaso o espaldera), se estima en un valor medio de 2.000 cepas/ha. Acorde con estas cifras y con el tipo de poda, entre otras variables, suponen una producción media de sarmientos de 1,35 Kg/cepa. Por lo tanto, se podría disponer de unas 200.000 toneladas de materia prima de los restos de poda de las viñas de Castilla y León.
Un poder calorífico nada desdeñable que ahora se desperdicia
El estudio también analiza el Poder Calorífico Inferior de los sarmientos, que, según Avebiom, “para una humedad media entre el 15-20% tiene un valor nada desdeñable en torno a las 3.500 Kcal/Kg”.
Además de aprovechar esta biomasa, las bodegas aportarían ramilla de uva o raspón y el orujo de uva (semillas y pieles) de una producción media estimada de 200.000 Tm de uva para vinificación, que aumentarían la capacidad de valorización de los residuos provenientes de la vid.
Sin embargo, el estudio también confirma que son muy pocos los viticultores que realizan prácticas de recogida y posterior manejo de los sarmientos para darle una utilidad como combustible. En general, los restos de poda se retiran de la viña con sarmentadores, se amontonan y, tras solicitar el permiso administrativo de quema de restos de cosecha, se eliminan mediante incineración controlada. En algún caso, este material se tritura y lo incorporan como materia orgánica o simplemente mulching entre líneas de cultivo y sólo un número muy reducido de viticultores recogen, o bien sin triturar, mediante empacadoras, o bien triturando, el material, realizando el acopio en big bags para su transporte posterior.
En Avebiom tienen claro que “si queremos lograr un acercamiento a los compromisos de utilización de las energías renovables estimados para 2010, tenemos que acelerar un poquito más el paso, y sobre todo en la línea de utilización de la biomasa”. Por este motivo, el presente trabajo también tiene como finalidad movilizar al sector, establecer nexos de mutua confianza entre los agentes de la cadena de valor y aspirar a poner a punto los engranajes de un sistema de trabajo que necesariamente ha de poner en movimiento a un gran número de personas, empresas e instituciones.
Más información:
www.expobioenergia.com