El plan de viabilidad, elaborado por PriceWaterhouseCooper y presentado recientemente por la dirección de Elcogas, basa su estrategia en la co-gasificación de biomasa al 30% en la central de Puertollano. Ya en julio de este año, la empresa, participada principalmente por Endesa (40%) y Électricité de France (31,4%), presentó un estudio donde ofrece pormenores de este proceso: Valorización eficiente, real y a gran escala de biomasa y residuos en la central GICC de Puertollano propiedad de Elcogas. Una alternativa a los vertederos.
En dicho estudio, Elcogas advertía que “estos combustibles alternativos son en general menos competitivos que el habitual (se refiere al carbón y coque de petróleo), por lo que para impulsar su uso, por las evidentes ventajas medioambientales que su co-gasificación conlleva, se deben valorar o recompensar de algún modo”. Parece claro que se refiere a la inclusión en el régimen retributivo específico que ha abierto el Minetur, cuya subasta se dará a conocer el 14 de enero y permitirá saber las plantas y empresas beneficiadas.
Variedad de biocombustibles: del orujillo a astillas, pasando por residuos domésticos
Elcogas subraya que “la gran versatilidad de alimentación, al poder alimentarse combustibles alternativos al habitual, es uno de los principales aspectos innovadores de la tecnología utilizada” en su planta, entre los que no desecha residuos industriales, como neumáticos usados. Las pruebas se han desarrollado en investigaciones internas y dentro de proyectos subvencionados (Cenit-PIIBE del Minetur y Fecundus del programa europeo RFCS) y han confirmado la posibilidad de co-gasificar combustibles alternativos, en concreto 4.988 toneladas de biomasas en 1.648 horas de operación. “La central no ha visto afectados sus sistemas durante las pruebas en las que se alimentado hasta con 10 toneladas/hora conjuntamente al combustible habitual”, apostillan.
Entre las biomasas empleadas destacan las harinas cárnicas y de granilla de uva y el orujillo de aceituna. El estudio de Elcogas aclara que “la alimentación de combustibles alternativos conlleva una inversión que se estima en el rango de 10-30 millones de euros”. Por último, afirman que “se han estudiado otros combustibles alternativos que podrían co-gasificarse y cuyo uso implica necesariamente la inversión ya mencionada”, y citan los siguientes entre la biomasa: residuos vegetales de carácter fibroso, como poda de viñedo, astilla de madera, orujillo de uva, cáscara de almendra o hueso de aceituna. En el plan de viabilidad se incluyen también residuos urbanos.
Nadal se compromete a aportar 27 millones al año
Lo cierto es que, con independencia de lo que ocurra en la subasta del 14 de enero de 2016, Elcogas tiene el compromiso del ministro José Manuel Soria de una inversión estatal para salvar a una planta para la que su propio departamento autorizó el cierre debido a la inviabilidad económica. El Minetur, además de autorizar una prórroga de tres meses para la desconexión de la central, se reunió en septiembre con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para proponerle “un gran pacto político para salvar, de forma conjunta, la planta”.
En esa reunión Soria señaló que “la operación de salvación ha de comportar el compromiso del Gobierno central y del Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de poner sobre la mesa las cuantías necesarias”. En concreto, el Gobierno “estudia aportar entre 15 y 20 millones de euros anuales durante los próximos cuatro años”, pero con un “compromiso firme y público por parte de la Junta de financiar otro tanto igual”. Según la información ofrecida por CCOO de Industria y FITAG-UGT, el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, les aseguró que el Minetur “está dispuesto a aportar 27 millones de euros anuales durante cinco años para garantizar la viabilidad del complejo”.
Por último, estos mismos sindicatos se muestran también beligerantes con el objetivo de mantener los 300 empleos directos que genera Elcogas. Hace unos días, tras reunirse con todos los candidatos a las elecciones generales, afirmaron que ”el Gobierno, aunque esté en funciones, debe ratificar y aprobar el régimen retributivo específico para Elcogas con la mayor brevedad posible para que permita situar a la compañía en el régimen normal de trabajo que se perdió hace ya 565 días, reincorporando a los trabajadores de las contratas y preparando a la central para volver a funcionar con carácter inmediato y estable”.