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“Ni la biomasa ni los bosques tienen reconocimiento como fuente de bioenergía en el PNIEC”

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La Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE) ha sido la primera asociación que ha transmitido públicamente su parecer en una nota de prensa sobre el papel que se otorga a la biomasa en los nuevos planes energéticos del Gobierno. Considera que “ni la biomasa ni los bosques como sumideros de CO2 ocupan el lugar que se merecen ni tienen reconocimiento como fuente de bioenergía” en el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. En este último, en un "escenario objetivo", la biomasa eléctrica pasa de 677 a 1.677 megavatios entre 2015 y 2030.
“Ni la biomasa ni los bosques tienen reconocimiento como fuente de bioenergía en el PNIEC”
Participación de COSE en la jornada de Genera sobre la biomasa organizada por Unión por la Biomasa

COSE participó la pasada semana en Genera en uno de los pocos espacios que dicha feria otorgó a la bioenergía en general y a la biomasa en particular. Lo hizo en la jornada Progresos de la biomasa en España, organizada el jueves 28 de febrero por Unión por la Biomasa. En ella volvió a destacar el escaso aprovechamiento que se hace de la biomasa forestal en nuestro país: “tercero en superficie forestal y octvavo en aprovechamiento de la madera”.  

Entre la batería de medidas que propone COSE para corregir esta diferencia, considera que “tiene que tener el mismo apoyo legislativo que otras energías renovables”. “No se puede discriminar a la biomasa”, apuntan, sobre todo cuando “el apoyo tanto de las administraciones como del ejecutivo al desarrollo de la biomasa forestal está muy por debajo de las expectativas”.

Y en el punto de mira de la crítica está el nuevo marco estratégico sobre energía del Gobierno. Afirma COSE que “en el marco legislativo actual ni la biomasa ni los bosques como sumideros de CO2 ocupan el lugar que se merecen ni tienen reconocimiento como fuente de bioenergía, como son los casos del Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)”.

Entre 877 y 1.677 megavatios eléctricos para 2030 según los escenarios del PNIEC
Por otro lado, añaden que “se desconoce si la denominada Estrategia de Transición Justa apoyará de forma clara y determinante a la biomasa forestal”. Patricia Gómez, gerente de COSE, incidió en que “debería haber un equilibrio justo entre todas las fuentes de energía renovables”.

Se trata de la primera postura pública de un colectivo relacionado directa o indirectamente con el aprovechamiento energético de la biomasa que se pronuncia ante la prensa sobre las iniciativas aprobadas recientemente por el Consejo de Ministros, entre las que el PNIEC tiene mayores visos de salir adelante al ser un documento de obligada presentación ante la Comisión Europea y de seguimiento de esta del cumplimiento de sus objetivos.

Dentro del PNIEC la biomasa aparece con unos objetivos de potencia instalada eléctrica que, como con el resto de tecnologías, varían según sea el escenario tendencial y objetivo. En el primero se pasa de los 677 megavatios registrados en 2015 a los 877 de 2030, que son los mismos que se conseguirían en 2020. Sin embargo en el escenario objetivo hay una evolución constante entre 2015 (677 MW), 2020 (877) y 2025 (1.077), hasta llegar a los 1.677 MW en 2030.

“Programas específicos para el aprovechamiento de biomasa”
Poca cosa más, al menos tan explícita, en cuanto a la biomasa eléctrica, aunque se cite que hay que tener especial atención con ella, como con otras energías renovables gestionables (solar termoeléctrica con almacenamiento térmico y otras opciones de almacenamiento) para “contribuir a la flexibilidad y optimización del sistema energético en su conjunto”.

También cuenta con una media específica (la 1.10), denominada “programas específicos para el aprovechamiento de la biomasa”. En ella, como mecanismos de actuación, se citan el desarrollo normativo en toda la cadena de valor de la biomasa, una estrategia para el aprovechamiento energético de las podas del sector agrario y Medidas de apoyo económico ligadas a las plantas de logística”.

Otros mecanismo de actuación relevantes son la “adaptación de las obligaciones ligadas a la calidad del aire para las instalaciones de biomasa nuevas y existentes” y “el fomento de la certificación y principio de proximidad de origen en el aprovechamiento de la biomasa”.

Todas estas actuaciones también conciernen a la biomasa térmica que, no obstante, tiene menos recorrido en el PNIEC que la eléctrica. Entre otras apariciones, en la medida 1.5 (marco para el desarrollo de las energías renovables térmicas) se habla de la “renovación de equipos de biomasa por otros de altas prestaciones”.

COSE plantea nueve medidas
No obstante, como indica COSE, no satisface las exigencias del sector, aun contando con otra medida (la 1.17), dedicada íntegramente a los sumideros forestales de CO2. Aparte de las medidas legislativas que demandan los selvicultores, hay otras ocho más que consideran esenciales, como el dar facilidades en el acceso a los montes.

En concreto piden “eliminar los excesivos requisitos que se exigen para la extracción de biomasa del monte (agilización de los procedimientos de resolución de expedientes, permisos y autorizaciones de corta, subastas, licitaciones, aprobación de planes de gestión...) y garantizar el suministro frente a la creciente demanda nacional y europea (consumo municipal para calentar instalaciones públicas, granjas y hoteles y consumo doméstico con estufas)”.

Entre las siete restantes destacan “plantear la biomasa como un modelo de gestión forestal (no es un residuo, sino un recurso, en ciertos montes el principal); armonización entre oferta y demanda, acompasando sus crecimientos (garantías de suministro y calidad de un producto); tiene que haber una convergencia de políticas (ambiental, forestal y energética) con los mismos objetivos y financiación asegurada; y líneas de ayuda a la comercialización de biomasa con fines energéticos”.


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Forestalillo
Hola, Me gustaría responder al mensaje de Iván al artículo. Lo ha explicado todo muy bien, pero le ha faltado incidir en el aspecto más importante de los bosques y que no lo tienes los pozos petrolíferos. El bosque capta cualquier CO2 y el petróleo y gas que consumimos todos los días emite CO2, al cuál se acumuló hace miles de años y que se libera ahora. Por tanto, los bosques son sumideros de CO2 actual, pasado y que se genere en el futuro y todo lo proveniente del petróleo y derivados (plásticos incluidos) son emisiones de CO2. Así de simple...Y NO HAY QUE LIAR A LOS CIUDADANOS QUE NO ENTIENDEN LO QUE POLÍTICOS Y GRANDES LOBBYS DE PETOLEO HABLAN.
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Hola, Me gustaría responder al mensaje de Iván al artículo. Lo ha explicado todo muy bien, pero le ha faltado incidir en el aspecto más importante de los bosques y que no lo tienes los pozos petrolíferos. El bosque capta cualquier CO2 y el petróleo y gas que consumimos todos los días emite CO2, al cuál se acumuló hace miles de años y que se libera ahora. Por tanto, los bosques son sumideros de CO2 actual, pasado y que se genere en el futuro y todo lo proveniente del petróleo y derivados (plásticos incluidos) son emisiones de CO2. Así de simple...Y NO HAY QUE LIAR A LOS CIUDADANOS QUE NO ENTIENDEN LO QUE POLÍTICOS Y GRANDES LOBBYS DE PETOLEO HABLAN.
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Hola, Me gustaría responder al mensaje de Iván al artículo. Lo ha explicado todo muy bien, pero le ha faltado incidir en el aspecto más importante de los bosques y que no lo tienes los pozos petrolíferos. El bosque capta cualquier CO2 y el petróleo y gas que consumimos todos los días emite CO2, al cuál se acumuló hace miles de años y que se libera ahora. Por tanto, los bosques son sumideros de CO2 actual, pasado y que se genere en el futuro y todo lo proveniente del petróleo y derivados (plásticos incluidos) son emisiones de CO2. Así de simple...Y NO HAY QUE LIAR A LOS CIUDADANOS QUE NO ENTIENDEN LO QUE POLÍTICOS Y GRANDES LOBBYS DE PETOLEO HABLAN.
Ivan Rodriguez
La biomasa no puede tener un papel de en nuestro modelo de generación eléctrica porque no es neutra respecto a las emisiones, ya que el CO2 que se emite es todo el que se capta más el emitido durante la recogida y el transporte. Además los daños que se producen en el suelo al recogerla perjudican el importante papel de estos como almacén de carbono (otra cosa puede ser en calefacción durante las décadas que tardemos en adaptar el parque de viviendas a consumo energético casi nulo). Los bosques, por su parte, son sumideros de carbono, pero sólo si llamamos bosques a los ecosistemas forestales diversos susceptibles de una explotación de maderas de calidad "con una gestión próxima a la naturaleza", no a los cultivos forestales de crecimiento rápido y aprovechamiento industrial (cualquiera que sea el sello con el que cuenten). No podemos pedir que se les considere sumideros si en 20 años vamos a quemar esa biomasa y perder incluso el horizonte orgánico.
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