Baskegur afirma en un comunicado emitido ayer que “la cadena de valor del sector forestal-madera de Euskadi continúa su actividad para suministrar los materiales imprescindibles para la elaboración de bienes de primera necesidad y el mantenimiento servicios básicos”. Y mencionan expresamente el caso de los biocombustibles sólidos.
Textualmente afirman que “los camiones con biomasa llegan con regularidad a las residencias de ancianos y centros hospitalarios que necesitan del suministro constante de astillas o pélets para que las calderas de calefacción y agua caliente sanitaria funcionen en unos momentos especialmente delicados, en los que los profesionales de la salud combaten en primera línea para hacer frente al coronavirus y tratar a la población infectada”.
A continuación citan al hospital público de Górliz (Bizkaia) y a la Clínica Asunción de Tolosa (Gipuzkoa), privado, como instalaciones que cuentan con calderas de biomasa. Añaden que “tanto astillas como pélets son producidos en Euskadi como subproducto de la labor de aserrado del pino radiata”.
En Baskegur sostienen que “para seguir contando con un suministro constante, toda la cadena de valor del sector forestal-madera tiene que permanecer en marcha: rematantes que realizan los trabajos forestales, transportistas, sierras y empresas especializadas en la valorización energética de estos recursos, ya sea astilla o pélets, los cuales, se obtienen del prensado del serrín en plantas específicas”.
La interpretación de los reales decretos
Los sectores forestal y de la biomasa continúan emitiendo comunicados como estos en los que aseguran que, aunque el Gobierno central no lo diga de forma explícita en los reales decretos en torno al estado de alarma, sus actividades se consideran esenciales y por lo tanto siguen con ellas. Lo hacen mediante notas aclaratorias oficiales las comunidades autónomas y mediante notas de prensa las asociaciones de ambos sectores.
La última ha sido Baskegur, que en su interpretación de la normativa mencionada asegura que “el decreto ley de actividades esenciales publicado el pasado 1 de abril en el Boletín Oficial del Estado reconoce el carácter esencial de las empresas relacionadas con los trabajos forestales, sierras, elaboración de palés, papeleras, productores y comercializadores de biomasa forestal”.
El 1 de abril el BOE publicó un real decreto-ley (11/2020) para adoptar medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente a la COVID-19; y una orden (SND/310/2020) que establece como servicios esenciales determinados centros, servicios y establecimientos sanitarios. En ninguno de los dos casos hay referencia alguna a actividades forestales. Tampoco hay cita expresa a ellas en la nota aclaratoria que pubicó el Gobierno Vasco el 31 de marzo.
La inseguridad de los trabajos forestales en el campo
Hay que recordar que el 3 de abril, al hacer referencia al real decreto ley (10/2020) que establecía las actividades esenciales, los Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Forestales y de Ingenieros de Montes, criticaron la “indefinición de esta norma al no considerar expresamente esencial toda la actividad forestal” y provocar “una clara inseguridad jurídica a las empresas y profesionales del sector, imprescindible para el suministro de materias primas a industrias esenciales, producción de biocombustibles y para la lucha contra incendios”.
Todos los sectores implicados y Energías Renovables han reclamado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) que aclare si estas actividades se consideran o no esenciales. La inseguridad ante esta indefinición ha hecho que en algunas comunidades autónomas, y por orden de las delegaciones del Gobierno, se suspendan algunas actividades forestales que sus gestores creían esenciales.
El Miteco habla para Forestry Innovation & Resources (FIR)
Ante la falta de respuesta del ministerio, hoy el canal de Youtube Forestry Innovation & Resources (FIR) ha subido una entrevista a Guillermo Fernández, presentado como subdirector adjunto de Política Forestal del Miteco, aunque aún falta por definir el organigrama de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación
Fernández reconoce en primer lugar que “durante la redacción del real decreto-ley 10/2020 se prepararon varios borradores porque había cierta indefinición y transmitía cierta inseguridad jurídica al no establecer explícitamente cuáles son los sectores económicos considerados esenciales”.
En segundo lugar afirma que “no ha habido ninguna nota aclaratoria del Miteco al respecto, pero sí hemos contestado a quienes nos han mostrado sus dudas”. Termina afirmando que “hay actividades del sector forestal que no pueden ser consideradas esenciales, pero otras sí”. Entre estas últimas solo cita el caso del suministro de madera para la fabricación de papel y pasta de papel, sobre todo pensando en usos sanitarios.
