Ni nueve meses han pasado desde que un estudio realizado por un grupo de ingenieros de la Universidad de Almería (Ual) diera a conocer unos modelos matemáticos de predicción del poder calorífico de los residuos del cultivo de ocho hortalizas en los invernaderos de la provincia. El estudio concluía que se podría generar con ellos un millón de megavatios hora anuales (MWh). Una planta de El Ejido (Almería) de la empresa Morgan Aqua, experta en la gestión de este tipo de residuos, comenzará a distribuir biomasa a partir de otras ocho hortalizas, confirmando el paso de la investigación a la comercialización.
“Hacia el 20 de septiembre saldrán de El Ejido las primeras 2.000 toneladas, aunque la capacidad de producción puede llegar a las 250.000 toneladas anuales en una primera fase”, afirma Gloria Gil Mañero, directora de Morgan Aqua. La empresa gestiona al año entre 1,1 y 2,5 millones de toneladas de residuos vegetales de invernadero procedentes de cultivos de calabacín, pepino, berenjena, tomate, guisante, pimiento, sandía y melón. Hasta el pasado año, el destino principal era la fabricación de compost, pero ahora, avalado por estudios como el de la Universidad de Almería, tendrán fines energéticos. El producto resultante lleva el nombre de gcBIOMASS, en referencia al término inglés greenhouse crop.
Primero fertilizante ecológico y luego biomasa para energía
La producción puede ir a más porque, según Gil Mañero, “estamos en condiciones de aprovechar hasta un 30% de cada tonelada de residuo tratada”. Durante la preparación y acondicionamiento de la biomasa se eliminan de los residuos de las hortalizas sal y otros minerales, proceso que sirve además para fabricar fertilizantes ecológicos con estos subproductos. Los principales clientes de Morgan Aqua son distribuidores y algunos fabricantes de calderas de biomasa, aunque también afirman que grandes productores de energía han mostrado interés por el suministro.
En su campaña de presentación, Morgan Aqua demuestra que la biomasa obtenida tiene unas propiedades (poder calorífico superior, humedad y contenidos en cloro, azufre y cenizas) similares a las de otros biocombustibles fabricados a partir de plantas herbáceas y arbóreas. Muchas de las conclusiones expuestas toman como base el estudio de la Ual, dirigido por el profesor titular del Departamento de Ingeniería Rural, Ángel Jesús Callejón. En concreto, se cita que el poder calorífico superior de esta biomasa (4,7 KWh/Kg) sobrepasa al de los pellets de astillas (4 KWh/Kg) y de paja (3,6-4 KWh/Kg) y se equipara al de los cereales (4,2-4,8 KWh/Kg).
Más información:
www.morganaqua.com/